El doctor Matías Tomás con un ejemplar de su último libro. | Alejandro Sepúlveda

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El doctor Matías Tomás es especialista en Medicina del trabajo, máster en Salud Pública, investigador del IUNICS, profesor de la Escuela de Medicina del Trabajo de la Universidad de Barcelona y jefe del servicio de Prevención y Salud Laboral de la Administración autonómica balear.

Es autor de trabajos sobre salud laboral, su especialidad, pero también de historia de la Medicina y de epidemias. Un tema que sentíamos lejano y ajeno hasta que llegó la Covid-19.
Sí, así es. La experiencia de la Covid-19 podría servirnos, si no para identificarnos con las gentes que vivieron aquella lejana pandemia de cólera, que entre 1830 y 1836 devastó Europa, al menos para comprender su desconcierto y angustia. La historia no se repite, pero muchas veces rima.

Salvando las distancias, ¿existen paralelismos entre ambas?
No podemos juzgar e interpretar el pasado con los criterios y conocimientos que tenemos hoy pero sí se dieron paralelismos: la misma angustia ante el avance de la enfermedad, el mismo sentimiento de indefensión ante el desconocimiento de las vías de transmisión y contagiosidad, la ausencia de tratamiento, confinamientos, cierre y control de fronteras, cuarentenas, control gubernamental de la información sanitaria, remedios ‘milagrosos’ y difusión de fake news.

¿Noticias falsas sobre la enfermedad?
Falsas, malintencionadas y destinadas a manipular el estado de ánimo colectivo. Hay que entender que la situación política en España estaba en un momento convulso, con la I Guerra Carlista. Las luchas entre liberales exaltados y moderados se agudizaban y el cólera avanzaban sin control por todo el territorio. Llegaron a asesinar a 80 frailes en Madrid acusados de propagar el cólera envenenado las aguas y de connivencia con los carlistas, impulsados por las facciones más exaltadas del liberalismo y las órdenes secretas. El desconocimiento actual de la crisis del cólera de 1834 en Menorca es efecto del sigilo de las autoridades de entonces, que querían evitar desórdenes públicos.

¿Es esa falta de información lo que le motiva y le lleva a realizar este trabajo de investigación?
Empecé a investigar sobre cómo habían reaccionado las autoridades de Balears ante la amenaza de la primera pandemia del cólera. Encontré informes y la correspondencia que mantenían los médicos menorquines con la Reial Acadèmia de Medicina, documentos reveladores bastante desconocidos.

El libro refleja entonces la realidad médica y social de la época.
El libro presenta la crisis del cólera desde un ángulo distinto. Está escrito desde la mirada del médico, recogiendo testimonios sobre la contagiosidad de la enfermedad, su naturaleza, sus inquietudes… testimonios de vocación que reflejan que estaban centrados en atender a los enfermos sin preocuparles las derivas políticas y económicas del país. Los médicos aparecen como testigos de la vida científica balear y como denunciantes de una realidad social, dolorosamente injusta con las clases más bajas y marginadas.

Doscientos años después, el cólera sigue siendo una enfermedad que afecta a los más desfavorecidos.
Sí, el cólera no es una enfermedad del pasado, en los últimos dos siglos se han declarado siete pandemias, la última aún activa con más 800 mil nuevos casos y 6.000 muertes en algo más de un año. El cólera continúa siendo una amenaza mundial. Es un indicador de inequidad y de falta de desarrollo.