Imagen de archivo de Ramón Riutord. | M. À. Cañellas

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Ha fallecido en Palma Ramón Riutord. Un abogado legendario y un personaje único de Palma. Genial, brillante y excesivo. Un penalista nato que no podría haber sido otra cosa y que aún poblará durante décadas los juzgados de Palma, acompañado de anécdotas y leyendas. En los años setenta y ochenta, fue un pionero en el ejercicio del derecho. Mientras Rafael Perera y Gabriel Garcías se desplegaban, Riutort se encargaba de las defensas penales duras de todo tipo de personajes.

Cuesta recordar a ninguno de los tres sin anteponerles el 'don'. Con una oratoria brillante, un conocimiento jurídico poco común y buenas dosis de humanidad, labró una relación especial con jueces y fiscales que asumían muchas veces algunas excentricidades como parte la figura. Se le respetaba y escuchaba incluso en días malos. En especial en la Audiencia Provincial.

Cuando se subía en el estrado se esperaba que la defensa que pusiera en marcha fuera ajustada y no una cualquiera. Así pasó por casos como Brokervall, Calvià, el Palma Arena y infinidad de asuntos penales duros, en tiempos en los que Palma era más pequeña y el mundo jurídico penal más reducido, con relaciones muy estrechas entre los distintos operadores.

Por salud llevaba años retirado, pese a sus 73 años. sin embargo, la saga continúa en sus cuatro hijos, Nuria, Jaume, Toni y Guillem. Abogado Jaume, que estuvo encargado de la defensa de la infanta en el 'caso Nóos' y Guillem diplomático. Don Ramón se hartó de presumir del buen resultado de su hijo en las oposiciones al cuerpo. Se hinchaba al decirlo. Sus apariciones públicas en los últimos tiempos eran limitadas. Cada vez que aparecía en algún foro, en alguna despedida, se notaba que había acudido alguien singular. Será recordado.