El juicio se prolongará durante toda la semana en la Audiencia Provincial.

TW
1

La segunda sesión del juicio contra el responsable de Cárnicas Vicente ha sido un desfile de antiguos empleados relatando prácticas de dudosa higiene: cambio de etiquetas para falsear la fecha de caducidad; uso de carne en mal estado para picarla y reutilizarla, «el congelador era la cámara de los horrores», según uno. Otro explicaba que hacía los repartos «a toda velocidad» porque el vehículo en el que llevaba el género no estaba refrigerado. Un carnicero explicó que se servían treinta kilos de carne picada a un restaurante de Marratxí cada semana y que venía de lo que habían devuelto otros locales. «Eso, por desgracia lo hice yo». También señalan que recibían avisos de inspecciones y que se entregaban solomillos como regalo a uno de los encargados de ese control. Los técnicos que sí detectaron malas prácticas también se despacharon a gusto: «Riesgo inminente», «métodos muy peligroso», «la caducidad no se correspondía». El juicio se prolongará durante toda la semana y la Fiscalía reclama una condena de dos años de prisión para el único acusado.

Los antiguos trabajadores también apuntaron al trato laboral. Uno de ellos, señala que se le obligó a pagar un motor averiado de un coche de reparto: «Me tuve que tragar yo los 1.800 euros». La defensa mantiene la tesis de que la empresa siempre hizo las mismas prácticas pese a pasar por varias inspecciones. Sin embargo, los responsables de Sanidad descartan esa posibilidad e insisten en que tenía la obligación de conocer y cumplir la normativa en seguridad alimentaria. Tres de los empleados afirmaron que trabajaban con la carne sin tener carné de manipulación de alimentos. Todos confirman que, de manera habitual se descongelaba el género sumergiéndolo en agua caliente, una práctica muy peligrosa, según los técnicos de sanidad.

Uno de los casos más graves fue el ocurrido con un envío de carne picada a un restaurante que detectó un brote de salmonela. Su responsable declaró este martes que pidieron explicaciones al acusado y que este solo les dio excusas, por lo que decidieron romper la relación comercial con él.