Aina Ferriol, Cati Salom, Abigail Ygarza, Francina Veny, Mariló Lozano, Sandra Serra y Maria Diego, unidas contra la violencia machista. | Jaume Morey

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En vísperas del 25N (Día internacional de la lucha contra las violencias machistas) Baleares sigue siendo el territorio de España en el que se registran más denuncias de agresiones machistas por habitante. Son 131 de cada 10.000 mujeres de las Illes, según el último balance de datos que maneja el Consejo General del Poder Judicial. La cifra es tan demoledora como incuestionable pero ¿que hay detrás de ese número? Siete profesionales que trabajan en el ámbito de la seguridad, la justicia, la salud, la educación y la atención a las victimas en Baleares, nos ayudan a bucear en el fenómeno para intentar responder esta pregunta.

«El número de casos de violencia contra las mujeres se dispara en la temporada turística cuando multiplicamos nuestra población. Ese es un factor que incrementa esta estadítica. No obstante, en esos meses (de primavera a otoño) no solo recibimos denuncias contra turistas extranjeros, también contra nacionales llegados de fuera de las Islas y contra nacionales de Baleares», explica Abigail Ygarza, sargento jefa del área de delitos contra las personas del EMUME en la Guardia Civil.

Mujeres en la lucha contra la violencia machista.

Tal y como indica la sargento, los datos porcentuales que facilita el Consejo General del Poder judicial no tienen en cuenta la población flotante. Sabemos que veinte de cada 100 turistas que eligen vajar a España pasan sus vacaciones en las Islas, pero las Baleares no son el destino preferido para los extranjeros.

Catalunya lidera el ránking nacional con 18,2 millones de turistas, mientras que Baleares se queda en el segundo puesto (14,4 millones) según las estadísticas del INE. La cosa cambia cuando nos fijamos en el turismo doméstico (en alza desde la pandemia). Andalucía es el líder indiscutible con 28,12 millones de turistas domésticos según el INE. Le siguen Catalunya y Valencia. En el año 2023 Baleares ocupaba el decimosegundo puesto del ránking de turismo nacional.

Temporada de agresiones

Las Islas lideran el ránking de denuncias de violencia de género por habitante en España, pero además su número se va incrementando cada año. Eso nos lleva a una segunda reflexión ¿Es el resultado de una mayor concienciación o de un aumento del número de delitos?

Francina Veny es la jefa de la Unidad de Familia y Atención a la Mujer de la Policía Nacional en Baleares, un cuerpo en el que, como ocurre con la Guardia Civil, las mujeres siguen siendo minoría (entorno al 19 % del total).

«Todos nuestros policías, sean hombres o mujeres, tienen pleno conocimiento de los protocolos y reciben información específica para atender a las víctimas», dice Veny. En opinión de la jefa de unidad «si nos atenemos a los hechos, lo que podemos afirmar es que las denuncias están aumentando en España y especialmente en Baleares. Eso no implica necesariamente que se esté produciendo un aumento del número de agresiones, también puede ser un reflejo de la voluntad de las mujeres de no tolerar ser víctimas».

Mujeres en la lucha contra la violencia machista.

El respaldo a las víctimas en todos los ámbitos (en los cuarteles, en los juzgados, en los hospitales, en las escuelas...) debe ir acompañado de un aumento de los esfuerzos en prevención. Eso es algo en los que coinciden todas las expertas.

Prevención

Sandra Serra Teruel, profesora de secundaria, es la responsable de la Secretaria de la Dona del sindicato de enseñanza STEI. «Desde la aprobación de la Ley 11/2016, de 28 de julio, de Igualdad entre Hombres y Mujeres, Baleares obliga a los centros escolares a tener una comisión de coeducación y una coordinadora. Una de las labores principales que hacen es la sensibilización de la violencia de género entre el alumnado. Los expertos advierten de la normalización de la violencia machista entre los jóvenes que perpetúan y normalizan comportamientos que no son normales. Los docentes trabajamos para romper esos roles, estereotipos de género que vienen impuestos», dice la experta. Para hacerlo algunos centros recurren a la educación «entre iguales». «Se forma al propio alumnado para que ellos informen a sus iguales, el menaje llega mejor que cuando lo dice un docente», añade Sandra Serra.

Como profesora, Serra tiene la sensación de que se está produciendo un retroceso. «Desde que hay un acceso libre a las nuevas tecnologías, con la inmediatez de la información y el fácil acceso a la pornografía, la idea de relación sexual está distorsionada entre los niños y jóvenes. Por eso hay que trabajar en la educación sexual, para tener relaciones afectivas sanas», concluye. Es algo en lo que coinciden expertos de diferentes ámbitos, también el judicial.

Justicia

Maria Dolores Lozano, abogada especializada en Infancia y Familia considera que «un modo adecuado para mitigar, disminuir, y en su caso erradicar la Violencia de Género, es la educación. Educar en la no violencia a nuestros niños y niñas, que serán los hombres y mujeres del mañana, es la forma natural de conseguirlo, y esta educación abarca no solo a la escuela, también a los padres y madres, al Estado y Administraciones Públicas Autonómicas y Locales, con programas adecuados dirigidos por profesionales de la psicología y del trabajo social, para concienciar de la necesidad de la no violencia en todas las facetas de la vida, y en especial en las relaciones entre el hombre y la mujer con el objetivo de que los jóvenes no perpetúen y normalicen comportamientos que no son normales».

No obstante la letrada entiende que «afortunadamente en materia de lucha contra la violencia de género avanzamos mucho, aunque parezca que vamos a paso lento». «La violencia de género siempre existirá, como existen los homicidios, los robos, las estafas y otros delitos, lo importante es actuar con contundencia de forma coordinada entre los juzgados, los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, la Fiscalía y la abogacía para proteger a las mujeres y a los niños víctimas de delitos de violencia de género o violencia domestica», concluye.

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Acompañamiento

Cati Salom es la directora del Institut Balear de la Dona (IBDona) del Govern. «Nosotros tenemos un servicio de 24 horas de atención telefónica y ofrecemos información, asesoramiento social, jurídico y psicológico a las mujeres víctimas de violencia de género. También acompañamiento. Las llamadas que recibe IBDona aumentaron notablemente el pasado verano, pero el tercer trimestre del año registraron una caída interanual de un 2,5 % respecto al mismo periodo del año anterior.

Desde el pasado mes de marzo, cuando el Govern sacó a licitación el servicio, este ha aumentado su personal. Incorpora por primera vez la figura de un jurista. «Era una figura muy necesaria», dice Salom. Explica que la mayoría de sus usuarias son «mujeres de entre 31 y 40 años de Mallorca» y que atienden «a todas las víctimas de todos los tipos de violencia machista».

El Consell de Mallorca, a través de la Conselleria de Famílies i Afers Socials, competente en materia de igualdad y violencia de género, también ofrece atención social, psicológica y jurídica, pero además gestiona varias casas de acogida para mujeres maltratadas, entre ellas la casa violeta, pionera en España, especializada en la ayuda a las víctimas de violencia de género que tienen problemas de salud mental, ya sean esos previos o reactivos al episodio de violencia sufrido. «No solo lo vamos a mantener sino que además aumentaremos el presupuesto», dice la directora insular Ana Ferriol. «Esto es un trabajo que se tiene que hacer desde todos los ámbitos. Solo así se conseguirá un cambio social: que la cultura del machismo pase a ser la cultura de la igualdad», reflexiona.

Reeducación

Las víctimas siempre deben estar en primer plano y las administraciones deben poner todos los recursos a su alcalde, pero no basta con reforzar la seguridad e invertir en educación. También hay que poner el foco en los agresores.

La psicóloga Maria de Diego, es la vocal de Igualdad y Género del Colegio de Psicólogos de Baleares. Especialista en la materia, apuesta por una «mirada transversal» y es de la opinión de que «en Baleares hay mas denuncias porque hay mayor concienciación en agresiones sexuales. Tenemos una cuestión diferenciadora que es el turismo, y eso hace que el volumen de trabajo sea difícil de asumir para los servicios públicos que lo llevan.

De Diego indica que en Baleares también se trabaja para reeducar a los agresores y evitar así la reincidencia. «Aquí los presos están obligados a asistir al programa de reeducación para personas agresoras. La adherencia al principio es complicada pero da resultados satisfactorios». «Por otra parte el Ajuntament de Palma ofrece un servicio voluntario de atención a hombres que quieren alcanzar relaciones sanas en pareja, aunque no es faltar a la verdad decir que es un programa muy desconocido», concluye.