Inés Rotger. | Teresa Ayuga

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Asume el relevo de Vidal con un discurso continuista que sobre todo pone en valor las bases que deja el cuarto de siglo de la asociación. Inés Rotger (Palma, 1976) agradece el trabajo de su predecesora y destaca que «yo ya tengo referentes mujeres dentros de la asociación, cosa que ellas no tuvieron».

¿Qué retos se ha marcado?
Trabajaremos en un plan estratégico a tres años analizando las necesidades de nuestros asociados. Eso incluye gestionar la disparidad de generaciones -baby boomers, generaciones X, Y y Z- que conviven en nuestras organizaciones o la implantacón de las tecnologías digitales, en especial la IA... Pero sobre todo debemos poner el foco en las personas, nuestro mayor activo y las que marcan la diferencia.

¿Cómo debe abordarse el problema de la falta de mano de obra?
No hay recetas mágicas. Desde la ABEF se está desarrollando un programa en las aulas escolares para incidir desde los primeros años en la formación de nuestros jóvenes y fomentar la emprendeduría, que está en el ADN de nuestras empresas familiares. Apoyamos también la formación dual en algunas de nuestras empresas, siguiendo el ejemplo de nuestros vecinos europeos.

¿Hay espacio para el incremento salarial intersectorial que demandan los sindicatos?
Entiendo que sí, pero primero tenemos que lograr ser más productivos y, a la vez, ser la mejor versión de nosotros mismos. Y si la empresa es más productiva y más rentable, eso se traducirá en aumento salariales.

Los jóvenes demandan también otros alicientes como fórmulas de flexibilización, teletrabajo, posibilidad de conciliar... ¿Están dando respuesta a esas nuevas sensibilidades?
La oferta laboral está recogiendo ya esas demandas, pero el principal problema, y no es para rehuir el tema, es el de la vivienda. Podemos intentar flexibilizar, atender las necesidades del trabajador... Pero si lo básico de la pirámide de Maslow no funciona, no podemos ir más arriba. La gente se va.

¿Qué futuro prevé para la empresa familiar en Baleares?
Estamos en un momento en que estos 25 años de la asociación han permitido establecer unas bases firmes para seguir siendo competitivos a la larga como lo somos ahora, cuando la empresa familiar genera el 82 % del empleo del sector privado en las Islas. Para ello debemos asegurar una regulación y una fiscalidad que lo permita. Y no olvidar nunca que las empresas no sobreviven por ser grandes o pequeñas, sobreviven las que se anticipan y saben vivir en un mundo de cambio constante