Investigadora del Grupo de Resistencia a los antibióticos y patogenicidad de enfermedades bacterianas como la gonorrea.

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Los casos de enfermedades de transmisión sexual han aumentado un 140 % en los últimos años en Baleares y la gonorrea es la reina de este tipo de patologías en las Islas. Baleares está entre los cinco territorios de España con más casos de gonorrea, pero el problema no es tanto el número de casos totales sino la velocidad a la que estos se propagan. Así lo explica el microbiólogo Tomeu Morà Canyelles, investigador del Grupo de Resistencia a los antibióticos y patogenicidad de las enfermedades bacterianas.

Podríamos pensar que cada vez se registran más casos de gonorrea en Baleares porque se está reforzando el diagnóstico pero la realidad es que «no se han hecho estudios activos de epidemiología para detectar más casos. «Simplemente hay un aumento de diagnósticos porque aumentan los casos y los investigadores sabemos que las cifras oficiales están totalmente subestimadas en comunidades como Baleares y Cataluña por la cantidad de turismo que nos visita», explica el microbiólogo.

«Muchos turistas sintomáticos no acuden al médico hasta que vuelven a su país y cada uno de ellos es un caso de contagio que, aunque haya ocurrido aquí, no tenemos computado. A ese problema hay que añadirle que falta una integración de datos adecuada entre países. Hay algunas agencias europeas, pero la casuística del turismo no está contemplada», relata. «Si con suerte el turista decide acudir a las urgencias hospitalarias suele ir a clínicas privadas, porque vienen con seguro de viajes, pero los datos de algunas clínicas privadas no se cuentan», añade.

Los principales síntomas de la gonorrea son el escozor de la zona genital y en algunos casos la secreción purulenta pero «el problema es que esto es como una bomba de relojería silenciosa porque hay mucha gente asintomática portadora y por eso la dispersión actúa como una bomba nuclear. Gente que hace turismo sexual o va fiestas sexuales puede ser un portadora de gonorrea y no saberlo», dice el experto.

Entre el 50 y el 80 % de las infecciones de Gonorrea no presentan síntomas o estos son leves y se confunden con la típica infección de orina. «La gente no le da importancia pero la gonorrea puede llegar a provocar infertilidad en casos graves y en un porcentaje pequeñísimo de casos la enfermedad llega al torrente sanguíneo y puede afectar a una zona mucho más extensa. También provoca inflamación crónica», relata Tomeu Moyà.

Lo que más preocupa a los expertos es que la gonorrea «es una puerta de entrada del VIH. Los genitales, el recto y la boca sufren inflamación y úlceras que facilitan que el VIH pueda entrar en el organismo». «Además la respuesta inflamatoria hace que la células inmunitarias vayan al centro de infección y precisamente esas células inmunitarias son las que el VIH usa para infectar y replicarse.