Un joven trabajador en una terraza menorquina. | Redacción Menorca

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La tasa de abandono escolar entre los 18 y 24 años en Baleares es del 18 %, la según mayor de las regiones de España tras Murcia, que se sitúa en el 19,2 %, según el centro de análisis Funcas. La tasa de abandono de los estudios entre los 18 y los 24 años en España cerrará 2024 en el entorno del 13 %, una barrera en la que se ha atascado desde hace cuatro años y que, a juicio de Funcas, se podría derribar con campañas publicitarias que incentiven a los jóvenes y con mejores salarios para los docentes de centros de difícil desempeño.

Así se recoge en el estudio documental 'EXIT, abandono escolar' en el que ha participado el director del área de Educación de Funcas y su directora de Estudios Sociales, María Miyar, y que apuesta por dar a conocer la importancia de estudiar entre los jóvenes con campañas en redes sociales o con mentores del propio entorno socioeconómico del estudiante que sirvan como ejemplo para «que vean que la educación es para todos los colectivos y les puede ir bien».

Aplicando solo estas dos medidas el impacto para reducir la tasa de abandono -mayoritaria entre los chicos que entre las chicas- podría reducirse hasta 11 puntos. Y es que España presenta la cifra más alta de la Unión Europea en tasa de abandono de estudios, situándose como media en los tres primeros trimestres del año en el 13,2 %; un dato solo superado por Rumanía, que registra el 16,6 %. La tasa media de abandono escolar en la UE es del 9,5 %, cerca ya del objetivo marcado para 2030.

Pese a que estos niveles se han reducido más de la mitad en los últimos 22 años, ya que en 2002 estaba en el 30,9 %, y aunque existen comunidades autónomas como Cantabria, País Vasco o Navarra, donde el abandono escolar está entre el 7 % y el 9,7 %, Sanz constata que las instituciones deben aplicar medidas educativas diferentes a las del pasado. «Más específicas, porque probablemente el abandono escolar actual afecta a colectivos con características singulares», señala.

«Abandonar los estudios sin hacer el Bachillerato o una FP de grado medio son niveles educativos con los que según la OCDE no se afronta con garantía el acceso al empleo ni a la independencia de la persona», incide Sanz, mientras que la directora de Estudios Sociales de Funcas añade que tiene consecuencias en la cohesión social y en la demografía. «Hay evidencias científicas de que hombres y mujeres se emparejan con el mismo nivel educativo y ahora mismo (debido a un mayor abandono escolar de los chicos) ha aumentado el porcentaje de jóvenes solteras y las dificultades de los hombres de encontrar pareja y formar familias», explica María Miyar.

Para afrontar el problema del abandono escolar, que en la FP de grado medio es del 30 % y en la FP básica llega al 46 %, el experto educativo de Funcas incide en la importancia de programas de apoyo «desde primaria» y de «orientar» bien las formaciones profesionales que se pueden elegir en 4 de Secundaria (ESO). También disminuir a 15 alumnos la ratio del alumnado por aula en la FP de grado básico ayudaría a una educación más individualizada, al igual que la figura del maestro (con una aportación a la enseñanza más integral y no solo centrada en el conocimiento), señala Ismael Sanz.

Sin embargo, entre las medidas que mayor impacto podrían tener en los jóvenes están las de divulgar en sus redes que «si estudian podrán viajar, conocer amigos en el extranjero o entender las canciones de Taylor Swift». Sanz recalca que llegar a una FP de grado medio o tener un Bachillerato no solo abre las puertas al trabajo sino que también repercute en una mayor esperanza de vida. «Cuanto mayor nivel educativo mayor esperanza de tener una vida mejor», recuerda tras recalcar que la probabilidad de que un joven abandone sus estudios es 14 veces mayor «si su madre o padre solo tiene estudios de primaria».

Otras de las medidas que propone Funcas para abordar el abandono escolar son las tutorías en grupos de 4 o 5 alumnos o alumnas con necesidades de refuerzo en lengua y matemáticas y mejorar la percepción de la relación entre esfuerzo y éxito a través de ejemplos de jóvenes del mismo entorno, que rebajaría en 9 puntos la tasa de abandono. También aumentar el salario de los docentes de centros de más difícil desempeño.

Mejorar la resistencia cognitiva para fomentar la concentración, el trabajo académico individual y vencer el cansancio -más habitual en los colectivos más desfavorecidos- para conseguir un mayor rendimiento más tiempo, son otras apuestas. «Nos enfocamos a la enseñanza universitaria y en los títulos para tener el mayor éxito educativo y no nos enfocamos en el abandono escolar, que es un problema que afecta a la sociedad en su conjunto», señala Miyar al explicar el documenta EXIT, abandono escolar.