Un repartidor de Glovo por el centro de Palma. | Jaume Morey

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La compañía Glovo anunció finalmente este lunes que abandonaba el modelo de falsos autónomos para pasar a contratar a su personal. Una medida que no convence a los repartidores de la empresa, que ven cómo perderán la principal ventaja que ofrecía hasta ahora la regulación: la flexibilidad horaria.

Giancarlo es colombiano y lleva cerca de medio año compaginando el empleo de repartidor con otras actividades económicas: «Las personas que trabajan de esto todo el tiempo tendrán que adaptarse y ver cómo les afecta el anuncio porque no les queda otra. Muchos son extranjeros y tienen muchas más deudas que una persona de aquí». En su caso trabaja como ‘alquilado’, que son aquellos que reparten alquilándole la cuenta a un tercero; el cual cobra en torno al 30-35 % del beneficio del alquilado. No sabe cómo le afectará la nueva norma, pero cree que a los que viven íntegramente de esto les va perjudicar porque «se gana muy poco, hay que hacer muchos pedidos y echarle muchas horas, porque se saca 2,90 euros por el mínimo de un pedido que son entre 25 y 30 minutos». Con el cambio de modelo se tendría que cumplir una jornada laboral, limitando los beneficios.

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Giancarlo lleva medio año trabajando para Glovo.

Cristina [nombre ficticio], en cambio, sí trabaja dada de alta como autónoma para Glovo y está completamente en contra de la propuesta, que ya acogen otras compañías de reparto de comida como Just Eat: «Si hacen contratos, buscaremos otro trabajo con contrato, por lógica aplastante, no vamos a ser autónomos. Con Glovo, ahora, tienes la posibilidad de ir o no ir, si trabajas de noche o no. Just Eat lo hace con contratos y que yo sepa no le va muy bien. Lo bueno de Glovo es elegir», explica esta mujer búlgara que lleva más de un año repartiendo para la compañía.

«Los que tenemos permiso de trabajo y podemos elegir, lo que valoramos es la flexibilidad: trabajamos cuando queremos, ganando el dinero que queremos», asegura la portavoz en Balears del movimiento Repartidores Unidos, Mercedes Echegaray. Desde su punto de vista, la nueva regulación va a desincentivar a los repartidores puesto que no permitirá compaginar el trabajo con otros empleos o estudios, en el caso de los más jóvenes, ni conciliar, ya que algunas parejas se turnan para hacer los repartos y cuidar a los niños. «A la mayoría va a afectar negativamente porque no se va a poder elegir el horario y ni de lejos van a ganar el dinero que pueden estar ganando», añade.

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La portavoz de Repartidores Unidos de Baleares, Merdeces Echegaray.

Mientras el colectivo de estos ‘riders’ se muestra reacio a cambiar la manera de operar en España, desde sindicatos como CCOO aplauden la medida. Su secretario general, Unai Sordo, hacía este lunes las siguientes declaraciones en la sede de Palma, durante el homenaje del sindicato a Katiana Vicens: «Hacemos un llamamiento a trabajadores para que se organicen sindicalmente, porque este es el primer paso. Ahora de lo que se trata es de conseguir convenios colectivos que mejoren notablemente la situación de estos repartidores».