Rosario Sánchez tiene claro que no podemos absorber más volumen de turistas en determinados lugares y momentos del año. | RD

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Rosario Sánchez, secretaria de Estado de Turismo, participará este próximo lunes 9 de diciembre, a partir de las 9.30 horas en la sala auditori de Es Baluard Museu, en la jornada ‘El impacto de la transformación digital en destinos y empresas turísticas’, organizada por Ultima Hora en colaboración con Segittur.

¿La reconversión turística tiene que ser también una reconversión digital?
—Igual hemos llegado al consenso de que no hay alternativa a la sostenibilidad, debemos entender que tampoco hay alternativa a la digitalización. Ambas están relacionadas. La digitalización es una herramienta de sostenibilidad. En esta era de cambios rápidos y constantes, la tecnología remodela cómo experimentamos lo que nos rodea. El viajero utiliza cada vez más la tecnología para todo el ciclo de viaje, lo que genera una cantidad de datos valiosísima a la hora de tomar decisiones individuales y colectivas, tanto empresariales como de política pública. Balears no puede permitirse quedarse atrás en este sentido, de ahí el apoyo del Gobierno de España, tanto al destino como tal como a las empresas. Balears tiene que aprovechar hasta el último euro de fondos europeos para sostenibilidad y digitalización.

¿Qué papel juega el Gobierno en la digitalización de las empresas turísticas?
—El Gobierno de España ha desplegado la mayor inversión de la historia para política turística en este país, 3.400 millones de euros para las transiciones verde y digital del sector. Dentro de esta inversión sin precedentes, se destina un eje a impulsar la digitalización de destinos y empresas. Estamos desarrollando la Plataforma Inteligente de Destinos, que permitirá disponer de una red pública de inteligencia turística que ejercerá de palanca para la digitalización del sector. Además, hay líneas de ayudas para administraciones públicas, organismos de investigación y empresas turísticas, pymes en su mayoría. En el caso de Balears, ya se han destinado más de 7,3 millones de euros a 37 proyectos de digitalización. Los fondos europeos ya están contribuyendo a la digitalización del sector turístico en Balears, con 45 empresas beneficiadas.

¿En qué proceso está la digitalización de las empresas turísticas?, ¿hace un uso mayoritario de las nuevas tecnologías?
—Hay que distinguir entre las grandes empresas, con más recursos, y las más pequeñas, que son el 95% del tejido productivo. Recientemente hemos presentado los resultados del 2º informe sobre el Nivel de Digitalización de las Pymes Turísticas, que demuestra una mejoría importante: en un año, se ha incrementado un 50% el nivel de digitalización de las pymes turísticas. Estos resultados evidencian que el sector ha tomado conciencia de la importancia de digitalizarse y que los fondos europeos están dando sus frutos, porque 3 de cada 10 empresas encuestadas para el informe ha recibido ayudas. Pero no es sólo lo que hace el Ministerio de Industria y Turismo, sino que también hay que destacar, por ejemplo, el Kit Digital, que ya llega a más de 500.000 empresas.

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¿De qué manera se puede mejorar el negocio turístico con el uso de las nuevas tecnologías?
—La digitalización del sector turístico es imprescindible para continuar seleccionando turistas de alto valor añadido. Los viajeros demandan, cada vez más, destinos inteligentes, pero este es un camino de doble dirección. Como decía antes, estamos desarrollando la Plataforma Inteligente de Destinos, una iniciativa que no solo permitirá a España avanzar hacia el futuro del turismo, sino que lo hará más accesible, desestacionalizado, diversificado y atractivo para todos. Este proyecto, gracias a la generación de conocimiento, no solamente ayudará a mejorar la experiencia del turista, sino que también permitirá a los destinos y a las empresas tomar mejores decisiones mejor informadas.

¿La Inteligencia Artificial ya se usa en la gestión turística? ¿puede contribuir a controlar los flujos turísticos?
—Precisamente, la Plataforma Inteligente de Destinos permitirá integrar, relacionar y combinar datos públicos y privados para generar inteligencia al servicio de los destinos, lo que revertirá positivamente en las empresas, los turistas y también en los residentes. Por ejemplo, se podrán recabar datos de afluencia en tiempo real en determinados lugares, lo que permitirá gestionar esos flujos turísticos, no sólo dentro del destino, sino también entre destinos, avisando a los visitantes de que el monumento que se quiere visitar está concurrido y se sugerirá visitar otro punto de interés cercano, en base a preferencias y gustos del viajero. También se podrá calcular el impacto económico y medioambiental de los diferentes eventos.

Los empresarios de Balears fueron pioneros en la construcción del modelo turístico, ¿lo son también en digitalización?
—Balears ha sido y es pionera en muchísimos aspectos. Muchos debates y medidas que ahora están sobre la mesa en destinos de todo el mundo se dieron primero en las Islas. La manera de gestionar el destino y la necesidad de que toda la estructura de gobernanza se involucre en la gestión es una característica propia de nuestros destinos. El éxito indiscutible de Balears es gracias al empuje de todo el ecosistema turístico, y ahí tienen un papel muy importante las empresas turísticas, que han entendido la importancia de la digitalización. La jornada del lunes será un buen escenario para conocer proyectos innovadores explicados por las propias empresas. Además, el liderazgo turístico de Balears debe impulsar al resto de sectores a favor del desarrollo innovador de las empresas.

Se acaba de conocer que Balears vivirá un año de récord: ya han llegado más turistas que en todo 2023 ¿Hay que poner límites? ¿cómo debe hacerse?
—El Turismo tiene una serie de valores económicos indiscutibles, y es fuente de riqueza y de creación de empleo. En Balears, más de 200.000 familias viven del sector, y la temporalidad se ha reducido 20 puntos porcentuales en cinco años. Además, en zonas como Balears, con una actividad turística tan intensa, los efectos no deseados, la presión sobre los recursos, lo que se conoce como externalidades negativas, son más intensas. La gente puede percibir que tiene una pérdida de calidad de vida por la actividad turística, que a la vez no está revirtiendo en su beneficio. Yo creo que es evidente que no podemos absorber más volumen en determinados lugares y momentos del año, pero quienes tienen las competencias para regular, reducir y limitar la oferta allí donde haga falta son el Govern y el Consell que lidera el PP, y la ciudadanía les está reclamando más medidas valientes. Sería un error histórico desaprovechar la ventana de oportunidad que significa el consenso general y el momento brillante que el turismo ofrece.

¿Subir la ecotasa puede ayudar a ello? Parece que es una medida en la que coinciden la mayoría de los partidos.
—Durante las dos últimas legislaturas de Francina Armengol se tomaron medidas muy valientes, como la moratoria de plazas, la regulación de la entrada de vehículos a Formentera –que ahora Eivissa quiere implantar, pero no es una iniciativa nueva-, la limitación de la llegada de cruceros o la prohibición del alquiler turístico en plurifamiliares en Palma. Yo considero un éxito que el PP haya virado 180º su discurso acerca del modelo turístico y que ahora defienda un Impuesto de Turismo Sostenible que impulsó Antich. Ahora bien, nunca se pensó en el impuesto turístico para regular los flujos, sino para compensar las externalidades y distribuir mejor las cargas y los beneficios. Se requieren medidas valientes, siguiendo la senda Pacte. Medidas que, por cierto, el PP continúa manteniendo. Hay que seguir avanzando.