Dibujo realizado por el arquitecto Gabriel Alomar de su diseño del Paseo Mallorca y Jaime III. | Teresa Ayuga

TW
12

La calle Jaume III de Palma ha sido durante casi setenta años la vía comercial más cara de Baleares, emblema del comercio de lujo, para el turismo, pero también para los residentes de las clases más pudientes de Mallorca. No es fruto de la casualidad, la ‘Quinta Avenida’ de Palma nació en los años cuarenta en el marco de un plan de reconversión con el que el Ajuntament de Palma quería redibujar la ciudad antigua para adaptarla a las necesidades de una sociedad moderna. Esta es la historia de un cambio estratégico que transformó la ciudad.

«Inspirado en la reconversión impulsada por Georges-Eugène Haussman con los grandes urbanistas de París, el arquitecto mallorquín Gabriel Alomar Esteve idea la creación de grandes avenidas a través de diferentes planes de reconversión urbana por encargo del Ajuntament de Palma. Alinea la plaza de las tortugas y rompe con todo el manzanario antiguo para crear Jaume III. No todos los proyectos de reconversión se llegan a ejecutar en su totalidad. El de Jaume III continuaba por paseo Mallorca hacia la izquierda y quería salir por Santa Catalina, pero se paró en s’Alqueria», explica el cronista de Palma Bartomeu Bestard Cladera.

«El nombre de Jaume III se le debió ocurrir muy posiblemente porque era un firme partidario de la casa real y de hecho, si nos fijamos, muchos nombres de las calles de la zona de Bonaire tienen nombres de personajes de la Guerra de Pedro IV, a excepción de la calle de Santa Maria del Sepulcro», reflexiona.

Algunos expertos creen que Alomar le dió a la la calle Jaume III su nombre porque era un firme defensor de la monarquía.

El proyecto de reconversión fue aprobado por el Consistorio en el año 1943 aunque se desarrolló en distintas fases. Las obras arrancaron en el año 1949. «Es un proceso lento. Si miramos planos anteriores a esa fecha observamos cómo las calles del Agua y la Granada todavía se comunicaban. La avenida Jaume III rompe todas esas calles de la ciudad antigua. «Hace lo que hizo París en el siglo XVIII. Sin respetar el trazado anterior de la ciudad, construye grandes avenidas para racionalizar las comunicaciones y calles. A diferencia del Plan Clavet (1901), que actúa fuera de la ciudad histórica, Gabriel Alomar es el primero que actúa en la ciudad histórica de Palma», relata el cronista de la ciudad.

La modelo alemana Claudia Schiffer de compras en la avenida Jaume III en una imagen de archivo.R LA AVENIDA JAIME III

Desde su creación, los bajos porticados de la calle Jaume III «estaban pensados para el comercio» y es que las obras, que duraron varios años, coincidieron con el inicio del desarrollo turístico. Sobre las tiendas se proyectaron bloques de viviendas. El proyecto de Gabriel Alomar conecta la barriada de Santa Catalina con el centro e la ciudad urbanizando el Hort d’en Moranta, unos terrenos especialmente atractivos por la posibilidad de construir edificios residenciales con vistas al mar.

El historiador Roman Piña Homs recuerda que «el Ajuntament de Palma, a través de la empresa EMUSA, con la participación de Juan March, lo que hace es transformar una zona que, sin ser putrefacta como sí lo era la zona de la Plaça Major hasta el traslado del mercado al Olivar, es una zona de casas muy humildes que se combina con otras de nueva construcción». «El encargo no solo implicó la construcción de la gran avenida que tenía que desembocar en la Riera convirtiéndola en lo que es el Paseo Mallorca, el Ajuntament quiso a la vez crear una zona de categoría con pisos caros, los más caros de Palma», analiza.

El plan de Gabriel Alomar incluía la construcción de pisos de alto estándig, algunos con vistas al mar.

Piña Homs recuerda que antes de convertirse en la ‘Quinta Avenida’ de Palma, en el trazado que hoy ocupa Jaume III «había callejuelas de los gremios que trabajaban las distintas manufacturas, por ejemplo una fábrica de cervezas que ocupaba el lugar donde hoy encontramos El Corte Inglés».

Aproximadamente diez años después de ejecutar estas obras se crea la gran patronal en Palma y se construye ASIMA en el actual polígono de Son Castelló. «Las industrias se van al polígono y desaparecen estos espacios inmensos que ya no tenían cabida en la ciudad», dice el historiador Roman Piña, que opina que el despegue de Jaume III se produce por una coincidencia del boom turístico, urbanístico y empresarial.

Sea como fuera lo que sabemos a ciencia cierta más de setenta años después es que la idea que tuvo Gabriel Alomar no solo funcionó en su momento sino que ha perdurado en el tiempo. No fue hasta 2014 cuando el Born relevó a la antigua avenida Jaume III como destino comercial de lujo, convirtiéndose en la nueva ‘milla de oro’ de la ciudad.

En 2021 el Born se coló en el listado de las calles más bonitas de España en el número ocho del ránking del portal de Turismo de España. La presidenta de Pimem, Carolina Domingo, confirmó a principios de 2024 que son muchas las marcas internacionales que están en lista de espera para hacerse con un local allí, entre ellas están Christian Dior, Prada, Gucci o Michael Kors. En Jaume III el comercio sigue siendo aún hoy un negocio más que rentable, pero ha perdido parte de su influencia.