En concreto, esta cantidad se distribuiría entre los 113,6 millones (procedentes de los fondos europeos Next Generation) destinados a la nueva depuradora de Palma II, 40 millones para su correspondiente emisario terrestre y submarino, y otros 40 millones para la estación depuradora de Can Picafort, en el municipio de Santa Margalida. La inversión ministerial en la depuradora de Palma representa el 80 % del total, mientras que el 20 % restante (28,4 millones de euros) corresponde a la empresa municipal Emaya. Los tres proyectos se encuentran en diferentes fases de ejecución y tramitación.
La obra civil de la nueva depuradora de Palma II se encuentra ejecutada en un 28 % y está a cargo de Aguas de las Cuencas de España (Acuaes), sociedad mercantil adscrita al citado ministerio. La estación depuradora tendrá una capacidad de tratamiento de 90.000 metros cúbicos diarios. Las obras se iniciaron el pasado 1 de febrero y, hasta el momento, no han sufrido retrasos respecto al calendario previsto. Ya se han finalizado los movimientos de tierras generales y actualmente se construyen las estructuras del pretratamiento y los tratamientos primario, biológico y de fangos, entre otras actuaciones. En las próximas semanas se iniciarán las obras del tratamiento terciario, que se prolongarán hasta octubre de 2025, además de haberse realizado los primeros contratos para el suministro e instalación de equipos electromecánicos.
Mientras tanto, el proyecto de emisario terrestre y submarino de la nueva depuradora de Palma está pendiente de recibir el informe favorable de la Dirección General de la Costa y el Mar. Posteriormente, se publicará la información pública sobre derechos y bienes afectados. El nuevo emisario sustituirá al actual, debido a su estado obsoleto, y permitirá el vertido al mar, con garantías de calidad y dilución, de los excedentes del agua tratada de la nueva depuradora de Palma.
El emisario consistirá en una canalización de 2 metros de diámetro interior y una longitud total aproximada de 6,8 kilómetros. Este se iniciará en una estación de bombeo situada en la nueva depuradora. El tramo terrestre abarcará 1,5 kilómetros, discurriendo por terrenos rústicos y urbanos; en este último caso, se utilizará un microtúnel para evitar interferencias con el tráfico y servicios públicos. El tramo submarino tendrá una longitud de 5,3 kilómetros y un vertido final a 36 metros de profundidad, con un trazado diseñado para evitar su afección a la pradera de posidonia.
Respecto a la nueva depuradora de Can Picafort, el aumento poblacional de este núcleo costero y de Platjas de Muro ha hecho que las instalaciones actuales de la depuradora de Muro sean insuficientes para dar servicio a ambas poblaciones, especialmente durante la temporada estival. La carga conectada a la depuradora actual supera su capacidad, lo que impide garantizar un adecuado tratamiento del caudal vertido.
Se ha redactado un estudio de alternativas que ha sido analizado por las diferentes administraciones implicadas. Este permitirá seleccionar la opción más ventajosa, la cual requerirá un trámite ambiental.
2 comentarios
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Dels 5.200 milions que pagam anualment a madrid, ara en tornen 200... res. Millor seria administrar lo nostro i dir-li a madrid que li donarem lo que mos sobri. Aquí hem de desturistificar, tomar hotels i diversificar l'economia, necessitam lo que és nostre
O sea lejos de la posidonia para que no le afecte quiere decir que mierda para los demás, que no esta depurada del todo, porque no se depura y se emplea para regar no dicen que falta agua