El secretario general de Vox, Ignacio Garriga, con el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, y Patricia de las Heras en una visita a Balears. | Jaume Morey

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La dirección nacional de Vox rompió de manera unilateral las negociaciones presupuestarias en todas las comunidades donde gobierna el PP, pero el bloqueo total que existe en Baleares no es el mismo que en el de otros territorios. Hasta la fecha, todos los gobiernos autonómicos en los que gobierna el PP en minoría han tenido que prorrogar los Presupuestos ante la falta de apoyo de sus antiguos socios. El último en hacerlo ha sido el de Castilla y León, que se suma así a la decisión tomada en avanzadilla por Marga Prohens.

El secretario nacional de Vox, Ignacio Garriga, afirmaba esta semana en una entrevista que las recomposición de las relaciones en Baleares es muy complicada. En esta entrevista, denunciaba que tanto la presidenta de Baleares, Marga Prohens, como la de Extremadura, María Guardiola, habían decidido "abrazarse a las políticas de la izquierda". Garriga acusó a ambas "romper y traicionar" la voluntad de los votantes que en su día decidieron "un cambio de rumbo" en estos territorios. Para Garriga, lo que hizo el PP balear con la ley de memoria fue "un ejercicio de incoherencia o de funambulismo político".

Al respecto, en la entrevista concedida a Servimedia recordaba que en campaña electoral el PP se comprometió a "defender la libertad lingüística, a derogar esas políticas mal llamadas de memoria histórica" y a "defender la igualdad". Sin embargo, «ahora vemos que, cuando se sientan a negociar con Vox, prefieren abrazarse al PSOE" y "traicionar todo eso".

Sin embargo, la situación en Balears y esa ruptura es diferente a la de otras comunidades autónomas. Por ejemplo, en Aragón, Valencia y Murcia ya se han abierto conversaciones para ver si es posible revertir esta situación y es posible aprobar los Presupuestos en estas comunidades. En Extremadura, donde la ruptura fue también total como lo evidencian las palabras de Garriga, la presidenta María Guardiola ha hecho un gesto para acercarse a sus socios: la Junta de Extremadura acaba de aceptar esta semana tramitar la ley de concordia que exigía Vox, algo que en Balears no se ha hecho.

Con estos antecedentes, las posibilidades de un acuerdo para que Vox dé marcha atrás en las Islas no son viables en estos momentos. No ha habido ni un intento de acercamiento entre los dos partidos que hasta ahora han sido socios y en Vox se mantiene un enorme malestar por la decisión de Marga Prohens de no permitir la derogación de la ley de memoria en el último minuto. El PP se abstuvo e impidió con sus votos que el texto saliera adelante, a pesar de que fue una de las exigencias de Vox para hacer presidenta a Prohens. Esa decisión complica mucho una vuelta atrás de los antiguos socios de la presidenta.