Gente comprando en una pescadería del Mercat de l'Olivar. | Jaume Morey

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La campaña navideña está refrendando las expectativas que mantenía el sector del comercio desde los buenos resultados del Black Friday. Grandes superficies y pequeños establecimientos están de acuerdo en señalar estas fiestas como las mejores de los últimos años en términos de consumo gracias a un cliente que no gastaba tanto desde antes de la pandemia.

El notable repunte en volumen de ventas se está viendo también acompañado por una mayor preferencias por etiquetas de gama alta, en especial en el campo de la alimentación y en algunos de los productos más típicamente navideños, como jamón, marisco, vino, champán o cava. En el campo de los regalos de Nochebuena y Reyes, el sector de la tecnología ha vuelto a acaparar el protagonismo.

«La gente está tirando por buenas marcas y producto gourmet de manera más clara que otros años; el consumidor local ha elevado el nivel de calidad de sus compras», afirma Antonio Sánchez, responsable de Comunicación y Relaciones Institucionales de El Corte Inglés. «El cliente está respondiendo muy bien, con un comportamiento muy cercano al que anticipábamos después de una temporada de pleno empleo», señala Sánchez para añadir que la semana del Black Friday siempre funciona como un termómetro muy fiable de lo que será el consumo navideño.

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Si el año pasado ya se constató un repunte bastante significativo, ahora no hay dudas en señalar esta campaña como la mejor desde 2019, justo antes de la crisis sanitaria desatada con la COVID. Y eso a pesar de que todavía falta el arreón final del fin de semana de Reyes. Similar balance hacen desde el Mercat de l'Olivar, satisfechos con una elevada afluencia de compradores que se ha beneficiado, entre otras cosas, de la hora de aparcamiento gratuito integrada en la campaña de este año. Los buenos resultados de esta iniciativa, apuntan, prácticamente garantizan su repetición en
próximos inviernos, especialmente con los problemas de acceso a Palma desde otros puntos de Mallorca y las dificultades para encontrar aparcamiento. De hecho, entre el sector constatan una ligera bajada de la afluencia de clientes radicados en el Part Forana, un fenómeno que no dudan en achacar a los problemas anteriormente señalados.

AFLUENCIA DE CLIENTES. El comercio ha detectado una bajada de clientes de la Part Forana que achacan al problema del aparcamiento

El pequeño comercio tampoco ha sido ajeno a esta explosión del consumo, Carolina Domingo, presidenta de la patronal PIMECO, afirma que el sector «está muy esperanzado» con el dinamismo de las ventas de este mes de diciembre. «Las campañas de sensibilización hacia el comercio de proximidad se está notando y las ventas están mejorando con mucho las del año pasado». Para Domingo, este es también el mejor año desde 2019, no solo por las acometidas de la inflación desde entonces, sino porque el año siguiente marcó un punto de inflexión en los hábitos de consumo. «En cierta manera la gente descubrió las plataformas de compra on line con el confinamiento de la pandemia y eso se ha estado notando mucho en los años posteriores», afirma Domingo.

Con todo, los ánimos están al alza, sobre todo teniendo en cuenta que «todavía quedan por delante dos semanas fuertes», con las últimas compras de Reyes y la llegada de las rebajas.

Por otro lado, hay que reseñar que esta explosión de consumo se ha producido tras un año con un 2,8 % de subida del Índice de Precios de Consumo (IPC) hasta noviembre, la segunda mayor de España tras el País Vasco (2,9 %) y cuatro décimas por encima de la media estatal (2,4 %). El sector de la alimentación y las bebidas no alcohólicas, asimismo, se encareció en Baleares un 2,5 %.

Punto de vista
Josep Pons Fraga

Exquisiteces

Josep Pons Fraga

Define la Real Academia los ‘delicatessen’ como «alimentos selectos». Es una adaptación gráfica de este vocablo alemán que describe las exquisiteces, oscuro objeto del deseo sibarita. Las angulas de Aguinaga, las otras de Arcade y el caviar Beluga han abierto la puerta al jamón Joselito y el burbujeante champán Krug, Louis Roederer, Veuve Clicquot y Dom Perignon. Un gran negocio en torno a estos productos gourmet, codiciados porque no satisfacen la glotonería sino que sacian paladares refinados con bolsillos pudientes.