¿Qué supone este reconocimiento?
— Creo que es un reconocimiento a los cientos de personas que he tenido la oportunidad de dirigir en el GOB, Greenpeace u Oceana -ahora colaboro con Marilles-, gente con la que conseguimos resultados que no habría logrado yo solo. Dicho esto, y viendo la trayectoria de la Sociedad Geográfica y de sus premiados, para mí es un honor que me lleva a pensar que he colaborado un poco a cambiar las cosas.
Usted abrió el camino del ecologismo cuando casi nadie sabía qué era.
— Sí, yo trabajaba en el Oceanogràfic y era funcionario. Como consecuencia de ese trabajo, empecé a preocuparme por la situación ambiental de Balears, que ya evidenciaba una degradación, y me apunté al GOB, que era muy reciente, y llegué a presidirlo. A finales de los años 70 organizamos unas jornadas sobre difusión del ecologismo y, entre otros, vino Rémi Parmentier, cofundador de Greenpeace Internacional, que me ofreció abrir una delegación en España. Acepté, mientras seguía en el Oceanogràfic, y fui presidente de Greenpeace España. Todo mi tiempo libre lo dedicaba a Greenpeace hasta que se me exigió un trabajo más profesionalizado, de director ejecutivo. Para esta función tuve que dejar el Oceanogràfic. No fue fácil dejar una plaza de funcionario.
Organizó campañas históricas.
— Sí. Fuimos pioneros y, al mismo tiempo, nos divertíamos. Reinaba la camaradería, recorríamos el mundo y lo mejor de todo es que obteníamos resultados a nivel internacional: parar pruebas nucleares y el vertido de residuos radiactivos al mar, la prohibición de cazar ballenas y focas, la prohibición de clorofluorocarbonos para salvar la capa de ozono, o, a nivel local, impulsar el Parc Nacional de Cabrera, donde finalizaron las maniobras militares. Todo ello, unos años antes, parecía impensable. Esas campañas eran intensas, duraban años. En el reciente homenaje a Francesc Antich, recordé que le pedimos que hiciera lo posible para evitar las escalas de portaviones nucleares norteamericanos, que recalaban 50 días al año en Palma. Antich fue valiente, hizo una declaración institucional y dejaron de venir. Desde entonces, sus visitas son muy esporádicas.
Hasta que dejó Greenpeace.
— Sí, hubo una crisis laboral interna y salí perdiendo. Fue una situación imprevista y dolorosa. No esperaba verme inmerso en problemas de recursos humanos y ocurrió en un momento dulce de actividad, ingresos y socios. Incluso se recurrió a un bulo contra mí. Compramos un solar en Son Bugadelles para crear un centro de entrenamiento de nuestros activistas y se dijo que quería trasladar la oficina central de Madrid a Mallorca. Era falso.
Dejar Greenpeace no le hizo parar.
— No. Estuve dos años en la organización MarViva y pasé a Oceana, una organización sin acción directa, pero dedicada a a las investigaciones y las expediciones científicas, sin dejar de lado la presión política.
¿Cóme ve el panorama ambiental actual? Parecía que se consolidaba la concienciación sobre el cambio climático, pero el negacionismo entra con fuerza.
— Lo veo francamente mal. Los poderes económicos y sus derivados políticos han reaccionado contra la concienciación. La Unión Europea lideraba las cuestiones ambientales en el mundo. También lo hizo Estados Unidos en su momento. Por ejemplo, los conservadores alemanes eran muy avanzados en estas cuestiones . Sin embargo, el conservadurismo en general se ha hecho más radical y más negacionista, mientras que la extrema derecha aprovecha las redes sociales para tener más presencia y apoyos con bulos, fake news y teorías de la conspiración. Los parlamentos no ratifican los acuerdos de las cumbres mundiales y a éstas ya nadie les hace caso.
¿Y cómo lo ve en Baleares?
— Marga Prohens admitió que había masificación, que había que fijar límites, los problemas del alquiler turístico y de la saturación de coches, y que la ecotasa no era negativa. Puso en marcha el Pacte per la Sostenibilitat, pero ha propuesto unas medidas muy débiles, de corto recorrido. Así podrá decir que ha hecho algo, pero no me extraña que las entidades participantes hayan salido de las reuniones. Ahora afirma que la masificación se reduce a unos momentos y unos lugares concretos. Y la Llei de Simplificació Administrativa es una bofetada en toda regla a todos los que han cumplido la normativa y un estímulo para cometer más ilegalidades.
Según los hoteleros, Mallorca no está masificada.
— Me pregunto cuántos de ellos van a la playa para que no vean la masificación. Llevo varios veranos sin ir a la playa y el motivo es único: la masificación que me voy a encontrar.
¿Hay desánimo en un activista como usted?
— El cambio climático es más que evidente y con la pandemia teníamos que hacer más caso a la ciencia, pero resulta que surgen más negacionistas, terraplanistas y antivacunas. Todo ello me deja perplejo. La ciencia diagnostica los problemas, pero les da igual y eso me desarma. No veo una solución ni cómo revertir esta situación.
13 comentarios
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Lezoangel, ets terraplanista?
Lo que se niega no es el cambio climático sino que su causa principal sea antropogénica. A mí tb me desarma que se niegue el uso del ecologismo por parte de una serie de élites para someternos al 99% de la población. Hay que decrecer, ok pero hagámoslo todos. Nada de comprar y vender derechos de contaminación. Empiece usted Sr.Pastor por renocer el carácter instrumental del ecologismo actual y luego hablamos. Cada Convención climática es una pasarela de jets privados.
La biografía económica de este señor sería fascinante 🤔😬
El joseSe agarran a los canguros
La geoingenieria es un proyecto militar que se ha debatido en el parlamento europeo . Nos fumigan para subir el nivel del albedo. , el punto de inflexión del sol sobre la tierra , y de paso tiran metales pesados en polvo para “sanar” a la población . El experimento genético de las xxxunas no tuvo una raíz científica . De hecho todavía no se ha aislado el controlavirus . La agenda eugenista es el mayor plan de exterminio que se ha cernido sobre la humanidad , y la plandemia fue su mayor exponente . Cada día más personas vacunadas padecen serios problemas cardiovasculares pero nos quieren hacer creer que es por el cambio climático . El terraplanismo es una teoría popularizada por ellos mismos , los sionistas , para meternos a todos en el mismo saco . Yo no creo en ella pero respeto a la gente que sí cree . Es normal que pase todo lo que pase en el mundo . Para los amos del corral , los sionistas , somos goyim , ganado , bestias , y por ello se creen con todo el derecho de sacrificarnos como más les plazca . Alimentación basura , hambruna , sequías , guerras programadas , libre mercado , usura , farmacracia , chemtrails , … la industria de la muerte a su servicio . Qué partido dan hoy ?
En pleno siglo XXI, tres de cada diez españoles creen que el Sol gira alrededor de a Tierra, según publicaba una revista hace unos meses.
Miris on miris, tot són guirisSiempre es mejor poner a un graduado en filosofía al frente del Ministerio de Sanidad para gestionar la “emergencia sanitaria más letal que hemos conocido” y, como comité de expertos, el portero de prostíbulos Koldo, Torrente-Ábalos y cariño Armengol. 😂😂😂😂😂😂 ¿Por qué nunca os cansáis de hacer el ridículo?
El fracàs escolar i la rebelió de les masses incultes ha duit a això: no voler aprendre i no tenir cap vergonya d'ésser ignorant.
Hoy en día la gente se cree más a un criptobro de instagram que a un científico. Así esta ganando de adeptos estos movimientos negacionistas y terraplanistas, acompañados siempre de la extrema derecha.
La dreta manipula als seus votants massa fàcilment. Inclús posen a un torero de cap d'emergències a València i després passa el que passa. És preocupant que puguin posar a negacionistes a llocs de responsabilitat