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La réplica del presidente del Gobierno, José María Aznar, al secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, se convirtió en una relación de alusiones personales y cifras económicas.

Así, el jefe del Ejecutivo recordó al PSOE que no tienen candidato a la Presidencia y a Almunia que es el tercer dirigente con el que se mide esta legislatura en un debate de la Nación. «Si usted ha venido a hacer méritos para ser candidato de su partido se ha equivocado, porque su discurso es absolutamente catastrofista, no ha presentado ninguna alternativa y lo único que ofrecen son propuestas que miran al pasado», aseveró Aznar.

El presidente del Gobierno ironizó además sobre el «declive» en el que, a juicio del PSOE, ha entrado su Ejecutivo, y manifestó que teniendo en cuenta que el PP gana todos los comicios desde el 94 y que la crítica viene de alguien que no es ni especialista en ganar unas elecciones que él mismo convocó, el balance no refleja una «mala cosecha».

Almunia recomendó a Aznar, en la dúplica, que no entrara en ese «jardín» pues él había venido a hablar de España y no de su trayectoria personal, aunque subrayó que aún le quedan muchos años «para perder tantas elecciones como usted lleva perdidas en el año 1992». Aprovechó la ocasión para reiterar a Aznar que seguirá trabajando de aquí a las próximas elecciones para vencer al PP y le acusó de traerse preparado «desde casa» alguna de las réplicas como la de que el discurso del PSOE no es más que una receta vieja.

Gobierno y PSOE sólo demostraron estar de acuerdo en la necesidad de consenso y unidad en la lucha contra el terrorismo, aunque Almunia instó al jefe del Ejecutivo a que no sólo agradeciera el ofrecimiento, sino a que «tomara nota», lo practicara, y no volviera a suceder hechos como el que Aznar utilizará en sus mítines este asunto en términos «partidistas».