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El alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso (PP), anunció ayer que no reunirá a la junta de portavoces municipal el próximo lunes, tal y como estaba previsto para hablar de paz, tras el anuncio hecho público el jueves de Euskal Herritarrok (EH) de retirarse de las declaraciones de denuncia de la violencia.

La firma de EH de estos documentos, elaborados tras un ataque sufrido por un negocio del presidente de UA, José Luis Añúa, se debía según EH a «un error». Tras la retirada de su firma, se han suscitado diversas reacciones, la mayoría de las cuales apuntan a la existencia de un debate interno en Herri Batasuna sobre la violencia.

El alcalde vitoriano se mostró «decepcionado» por la renuncia de EH y aseguró que «esa reunión no pretendía convertirse en un foro más allá de las competencias municipales». A su juicio, la suscripción de las declaraciones de condena «era un paso tímido, pero satisfizo no sólo a los grupos municipales, sino que abrió una puerta a la esperanza de todos los ciudadanos de Vitoria, del País Vasco y de España».

Por parte de EH, ayer sólo se ha pronunciado su portavoz en el Ayuntamiento de Vitoria, Iñaki Ruiz de Pinedo, quien aseguró que retiraron su firma porque «desde EH se está llevando adelante una apuesta muy clara (por el pacto de Estella) y creíamos que estábamos interfiriendo en ese proceso». Pinedo negó que ningún miembro de su formación les obligara a ello.

Varios políticos vascos criticaron ayer a EH por «su marcha atrás». Uno de los más significativos fue el presidente de EA, Carlos Garaikoetxea, cuyo partido tiene firmado un acuerdo parlamentario con PNV y EH en el Gobierno Vasco.

El líder de EA advirtió de que si EH no condena de forma «absolutamente clara» los actos de violencia callejera, y estas acciones se repiten, «se pondría en grave riesgo» los acuerdos alcanzados entre las fuerzas nacionalistas. El dirigente de EA se mostró «apenado» por la rectificación de EH, y opinó que se debe a que «el giro estratégico que está dando EH levanta sarpullidos en algunos sectores de sus filas».

Desde los partidos de ámbito nacional, el presidente del PP en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, denunció la «nula voluntad de paz en el mundo de Herri Batasuna», al que acusó de estar «detrás» de la violencia que se viene registrando en los últimos días, además pidió al lehendakari Ibarretxe y al PNV que rompan el pacto con EH. El PP considera que HB y su portavoz, Arnaldo Otegi, «no tienen ningún tipo de voluntad de paz, porque siguen siendo un partido antidemocrático con unos dirigentes que no condenan la violencia».

Mientras, el secretario general del PSE/EE, Nicolás Redondo Terreros, manifestó sobre la retirada de la firma de EH que «ahora se verá la verdadera solidez del liderazgo de Otegi», al tiempo que consideró necesario un pacto entre nacionalistas y no nacionalistas.