Arenas dice que el PSOE intentará un próximo cuatrimestre «sucio», pero que el PP está preparado

Joaquín Almunia, según el dirigente popular, «es un candidato por delegación, de la resignación y del pasado, porque nos quiere llevar a los años ochenta, probablemente porque él hace 17 años ya era ministro», señalando que la etapa primera del candidato socialista como titular de Trabajo con Felipe González fue «la etapa récord de paro en España, no se caracterizó por el diálogo social y además hay un hecho claro, el final de esa etapa, del 93 al 96, se caracterizó por una vida política española con escándalos diarios, y con una mala evolución de la economía y el empleo».

Arenas insistió en que el PSOE «va a pagar una factura» en las elecciones generales por su política de pactos, porque los ciudadanos «quieren partidos de gobierno y no meramente partidos de poder, y el PSOE, más que nunca, ha tocado una música con una letra muy pobre: pactemos con quien sea, aunque sea con partidos que cuestionan la Constitución y queman banderas españolas, con tal de quitar al PP una parcela de poder». El coste electoral que, según Arenas, va a sufrir el PSOE, lo basa en estudios propios, según lo cuales «donde se ha producido un pacto, legal pero incomprensible para los ciudadanos, los electores se sitúan en contra».

«Creemos "afirmó" que por el centro, el PSOE va a perder espacio político, porque está renunciado a él con estos pactos, y después de ellos el partido socialista termina como un partido más radical y claramente escorado a la izquierda». Por último, Arenas afirmó que espera que el candidato del PSOE «respetará la lista más votada en las generales, y no creo que Almunia tenga la intención de salir corriendo a buscar al BNG o a Esquerra Republicana de Catalunya».