El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, expresó su
satisfacción ante la propuesta de José María Aznar y afirmó que la
actitud de la Generalitat «ha acelerado» la iniciativa. Pujol
aseguró que «el gobierno de la Generalitat con sus propuestas y CiU
han contribuido a acelerar a esta mejora de las pensiones ya desde
el Pacto de Toledo» y añadió que la medida no le había sorprendido,
porque era un aspecto que su grupo político ya había negociado con
el vicepresidente económico del Gobierno, Rodrigo Rato, dentro del
debate de los próximos Presupuestos.
Por su parte, el ex vicesecretario general del PSOE y diputado
socialista, Alfonso Guerra, calificó ayer de «charlotada» el
anuncio de Aznar. Guerra consideró que las pensiones «son un tema
político de primera envergadura» y que los ciudadanos «tienen el
derecho de conocer qué es lo que quiere hacer con ellas cada
partido político», en unas declaraciones realizadas en la localidad
leonesa de Rodiezmo. Afirmó que cada gobierno «tiene la opción de
gastar el dinero de que dispone en lo que quiera», y dijo que el
Ejecutivo del PP «se lo quiere gastar en dárselo a las grandes
compañías eléctricas que ya ganan muchísimo dinero».
Según Guerra, el tema de las pensiones «no está bien encauzado»
y acusó al Gobierno de comportarse, «como es propio en él», de una
manera «poco sensible a las cuestiones sociales».
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, manifestó su
opinión de que al Gobierno «le ha atropellado el tren del debate
sobre las pensiones», y afirmó que su sindicato luchará para que no
se centre toda la atención social y política en esta cuestión. Para
Méndez, «la mezcla de torpeza e insensibilidad del Gobierno que en
su día no aceptó la demanda de que subieran todas las pensiones» es
el origen de esta situación y añadió que «lo que tendría que hacer
cuanto antes es decir cuánto y partir de cuándo van a subir las
pensiones».
Esta propuesta del presidente del Gobierno fue también comentada
ayer por el secretario de Economía del PSOE, Juan Manuel
Eguiagaray, para quien la inclusión en los Presupuestos para el
2000 de un fondo de reserva para las pensiones «no merece aplausos,
sino censura por el retraso», ya que el Ejecutivo lleva tres años
incumpliendo esa recomendación del Pacto de Toledo.
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