El presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, reconoció que la decisión del Gobierno es un «paso» con valor, pero «extemporáneo».

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Tras la medida adoptada por el Ejecutivo de acercar a presos de ETA a cárceles próximas a Euskadi, Jaime Mayor Oreja manifestó ayer su deseo de que la medida sirva para que ETA mueva ficha y se aproxime al cese definitivo de la violencia, aunque precisó que ese no es el objetivo del acercamiento.

Oreja precisó que no habrá mensajes del Gobierno a la banda porque fueron ellos quienes bloquearon los contactos y, aunque advirtió que todas las medidas son reversibles, prefirió no amenazar con ello.

Oreja precisó que el objetivo de este traslado de presos no es que haya un nuevo contacto con ETA, pero manifestó su deseo de que «ojalá sirva para que además ETA mueva ficha y se aproxime al cese definitivo» de la violencia.

CONTACTOS
Aunque reconoció que, tras el anuncio del bloqueo de la negociación, no se han producido más contactos, aseguró que «todo está abierto» pero que «no habrá mensaje del Gobierno hacia la organización que ha sido quien ha dicho que bloqueaba los contactos». En este sentido precisó que «es evidente que a ETA le corresponde decir algo distinto de lo que ha sido la decisión de bloqueo».

Ante la petición del PSOE de tener mayor participación en el proceso de paz, reconoció que «todos los mecanismos son mejorables» y que «querer participar más es legítimo, habla bien del Partido Socialista». Sin embargo, puntualizó que «esto hay que combinarlo con la discreción necesaria» y añadió que su «objetivo es que el PSOE, por lo que representan tenga ese tratamiento singular».

Respecto a la reacción del PNV, dijo tener la sensación de que «esta iniciativa ha molestado ya que parece que el frente nacionalista pierde cohesión porque pensaban que la política penitenciaria era uno de los elementos que les podía aglutinar». En este sentido, añadió que lo lamenta «porque lo que buscamos es la cohesión.

Entretanto, el secretario de Estado para la Seguridad, Ricardo Martí Fluxà, calificó de «medida oportuna» el acercamiento de presos y señaló que «los contactos con ETA continuarán presumiblemente, con independencia de este tipo de decisiones».

En su opinión, la medida puede ayudar a mantener abierta la puerta de los contactos, que no se han interrumpido de forma definitiva. «Creo que en estos momentos la pelota está en otro bando.

Desde HB, Pernando Barrena reiteró que la decisión de Interior es una «gran burla» y opinó que «instrumentaliza al colectivo de prisioneros vascos hasta el ridículo». En este sentido, añadió que algunos acercamientos «perjudican incluso la situación de los presos y de sus familiares».

Añadió que el presidente del Gobierno y el ministro de Interior «se están comportando al estilo de las milicias paramilitares indonesias; una vez más machacan y se están burlando de la decisión de este país. Barrena defendió la importancia de que los presos de ETA tomen parte en el proceso de paz.