Tras la medida adoptada por el Ejecutivo de acercar a presos de ETA
a cárceles próximas a Euskadi, Jaime Mayor Oreja manifestó ayer su
deseo de que la medida sirva para que ETA mueva ficha y se aproxime
al cese definitivo de la violencia, aunque precisó que ese no es el
objetivo del acercamiento.
Oreja precisó que no habrá mensajes del Gobierno a la banda
porque fueron ellos quienes bloquearon los contactos y, aunque
advirtió que todas las medidas son reversibles, prefirió no
amenazar con ello.
Oreja precisó que el objetivo de este traslado de presos no es
que haya un nuevo contacto con ETA, pero manifestó su deseo de que
«ojalá sirva para que además ETA mueva ficha y se aproxime al cese
definitivo» de la violencia.
CONTACTOS
Aunque reconoció que, tras el anuncio del bloqueo de la
negociación, no se han producido más contactos, aseguró que «todo
está abierto» pero que «no habrá mensaje del Gobierno hacia la
organización que ha sido quien ha dicho que bloqueaba los
contactos». En este sentido precisó que «es evidente que a ETA le
corresponde decir algo distinto de lo que ha sido la decisión de
bloqueo».
Ante la petición del PSOE de tener mayor participación en el
proceso de paz, reconoció que «todos los mecanismos son mejorables»
y que «querer participar más es legítimo, habla bien del Partido
Socialista». Sin embargo, puntualizó que «esto hay que combinarlo
con la discreción necesaria» y añadió que su «objetivo es que el
PSOE, por lo que representan tenga ese tratamiento singular».
Respecto a la reacción del PNV, dijo tener la sensación de que
«esta iniciativa ha molestado ya que parece que el frente
nacionalista pierde cohesión porque pensaban que la política
penitenciaria era uno de los elementos que les podía aglutinar». En
este sentido, añadió que lo lamenta «porque lo que buscamos es la
cohesión.
Entretanto, el secretario de Estado para la Seguridad, Ricardo
Martí Fluxà, calificó de «medida oportuna» el acercamiento de
presos y señaló que «los contactos con ETA continuarán
presumiblemente, con independencia de este tipo de decisiones».
En su opinión, la medida puede ayudar a mantener abierta la
puerta de los contactos, que no se han interrumpido de forma
definitiva. «Creo que en estos momentos la pelota está en otro
bando.
Desde HB, Pernando Barrena reiteró que la decisión de Interior
es una «gran burla» y opinó que «instrumentaliza al colectivo de
prisioneros vascos hasta el ridículo». En este sentido, añadió que
algunos acercamientos «perjudican incluso la situación de los
presos y de sus familiares».
Añadió que el presidente del Gobierno y el ministro de Interior
«se están comportando al estilo de las milicias paramilitares
indonesias; una vez más machacan y se están burlando de la decisión
de este país. Barrena defendió la importancia de que los presos de
ETA tomen parte en el proceso de paz.
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