El presidente del Gobierno, José María Aznar, anunció ayer que la
dotación inicial del fondo de reservas para las pensiones
"mecanismo que contempla como recomendación el Pacto de Toledo",
será de 60.000 millones en el año 2000, que se financiarán con los
excedentes de las cotizaciones a la Seguridad Social.
Aznar resaltó que se trata de una cantidad «muy importante y
apreciable». En cualquier caso, se aleja de las pretensiones de los
sindicatos, que solicitaban una dotación del fondo de en torno al
medio billón de pesetas.
El jefe del Ejecutivo no aclaró los detalles de la constitución,
administración y mantenimiento de ese dinero "existe una polémica
sobre si debe invertirse en bolsa o sólo con deuda pública", pero
expresó su preocupación de que «no se juegue» con ese fondo de
garantía.
No obstante, añadió que se seguirá dotándole económicamente en
función de que se mantengan la circunstancias económicas de la
liquidación de los presupuestos de la Seguridad Social y advirtió
que no se trata de una dotación «reducible».
«Lo deseable es que se incremente en ejercicios posteriores
porque la evolución económica del país es muy buena y por lo tanto
haya todavía más garantías para los pensionistas», agregó el
presidente.
El secretario de Comunicación del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba,
consideró que el fondo de reserva anunciado por el Gobierno para el
sistema de pensiones en el año 2000 es «escaso» y llega «tarde y
mal».
En el mismo sentido se pronunció UGT al entender que esta
cantidad no sirve para cumplir el Acuerdo de Pensiones suscrito
entre el Gobierno y los sindicatos en 1996. CC OO, por el
contrario, se mostró satisfecha aunque exige la separación de
fuentes
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