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El Gobierno hizo ayer un nuevo esfuerzo por controlar la inflación, cuyo fuerte crecimiento en el pasado mes de agosto obligó a una revisión al alza de este capítulo hasta el 2'4 por ciento para todo el año, desde el 1'8 por ciento previsto inicialmente. Con esta idea, el Consejo de Ministros aprobó una bajada del precio de la bombona de butano de 198 pesetas, con lo que queda en 1.115 pesetas, a la vez que estableció su mantenimiento en este nivel durante todo un año, al margen de las fluctuaciones del mercado. El descenso en el precio de la bombona de butano será posible por la aplicación a este producto de un tipo reducido de IVA, que baja del 16 al 7%, así como por un decremento de la tarifa del Impuesto Especial sobre Hidrocarburos que se impone a este combustible, conocido también como gas licuado de petróleo (GLP) envasado. Asimismo, aprobó también la supresión del impuesto especial que se venía aplicando hasta ahora a la bombona de butano, que se encontraba en las 1'23 pesetas por kilo, y el establecimiento de una nueva fórmula para fijar el precio máximo de los GLPs.

El ministro de Economía, Rodrigo Rato, explicó que la incidencia final de estas medidas en el Indice de Precios al Consumo (IPC), indicador con el que se mide precisamente la inflación, «dependerá de la influencia que tengan sobre las decisiones que se adopten en el mercado».

A pesar de ello, indicó que estas medidas tendrán un impacto en el IPC de «algo menos de una décima» y un coste de «entre 16.000 y 18.000 millones de pesetas».

El vicepresidente económico reconoció que no es recomendable una inflación instalada en el 2'4 por ciento, a la vez que no descartó que el Ejecutivo pueda aprobar en los próximos meses nuevas medidas complementarias, ya que el Gobierno «no da por cerrado el proceso de liberalización».

En ese sentido, Rato se mostró satisfecho del proceso liberalizador llevado a cabo en los últimos tres años y criticó con dureza la «venta» del sector gasístico a particulares, que fue «realizada por el anterior Gobierno socialista», sin exigirles que se hicieran cargo de los pasivos generados por las empresas públicas.

Rodrigo Rato anunció también que el Real Decreto aprobado regulará la venta de la bombona en centros comerciales y gasolineras, «con un descuento de un mínimo del 5%», así como «un aumento de la competencia en el conjunto del sistema de venta de las gasolinas y una mayor publicidad de los precios». Para poder llevar a cabo esta medida, se autoriza el traslado de un máximo de dos bombonas en vehículos particulares, siempre que se transporten en posición vertical cuando estén llenas, y que no se estacionen estos vehículos en aparcamientos subterráneos.