El Gobierno afirmó ayer que la iniciativa de ofrecer ayudas a los
etarras huidos para que regresen a España «está empezando a dar
frutos», a pesar de que ETA la rechace por considerar que «puede
debilitarla todavía más». De esta manera el gabinete de Aznar
estudia la posibilidad de ayudar a los miembros de la banda
terrorista que residan en el extranjero y que, al no tener causas
pendientes con la Justicia, pueden volver a España. No obstante, no
precisa si las ayudas serán económicas, aunque considera «obvio que
se intente una política para facilitar la reinserción». El portavoz
del Gobierno y ministro de Industria, Josep Piqué confirmó lo que
ya anunció el lunes el jefe del Ejecutivo, quien explicó que el
Gobierno había puesto en marcha una iniciativa para que aquellas
personas «que tuviesen que ver con el mundo de la violencia,
estaban fuera de España, y no tuvieran causas pendientes con la
Justicia, pudieran volver».
Además, Piqué recordó «los obstáculos» que existían para que
cuaje esta iniciativa, a los que también aludió Aznar, cuando
destacó: «Esa iniciativa ha encontrado algunas dificultades por
personas o por grupos que la deberían haber facilitado». En este
sentido, Piqué aseguró que, entre los «obstáculos» destacaba la
oposición de ETA, «que entiende que esta iniciativa puede
debilitarla todavía más». Asimismo, explicó que el Gabinete de
Aznar persevera en ese camino que está empezando a dar «buenos
resultados», aunque por motivos de seguridad no quiso cuantificar
el número de miembros de la banda que han regularizado su situación
o regresado a España. También se refirió a las ayudas a los etarras
huidos el ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, quien explicó
que se trata de un «esfuerzo de información» que el Ejecutivo ha
hecho hacia aquellas personas que, vinculadas en su día con la
banda, no conocen en este momento su situación judicial. Aclaró que
hay muchas personas que simplemente lo que desean es información
sobre su situación con la Justicia, si pueden o no volver a España
y si pueden hacerlo con garantías. Por eso, manifestó no entender
por qué molesta tanto esta iniciativa al entorno de la banda.
Asimismo, destacó que la oferta «sigue en pie», y añadió que la
característica principal de la actuación gubernamental en esta
materia debe ser la «tenacidad», ya que no habrá resultados en uno
o dos días, sino que se trata de un proceso que se pone en marcha y
el Ejecutivo no duda que al final será «eficaz».
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes,
consideró «obvio» que se intente la iniciativa de pagar dinero a
los etarras sin causas pendientes en España para que regresen, si
ello contribuye a facilitar el proceso de paz, aunque reiteró que
el Gobierno no está dispuesto a pagar ningún precio político por la
paz, pero sí a estudiar cualquier política de reinserción.
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