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OTR/PRESS - CÓRDOBA/MADRID El presidente del Gobierno, José María Aznar, abrió ayer en Córdoba la campaña informativa sobre pensiones iniciada por el PP, con un discurso en el que aseguró que el PSOE «ha perdido el rumbo y el norte» al presentar una propuesta en materia de pensiones «que consiste en la desigualdad de los pensionistas según el territorio en el que vivan» y que viene acompañada por la amenaza de «romper el Pacto de Toledo» si no es tenida en cuenta.

Por su parte, el líder de los socialistas, Joaquín Almunia, destacó que Aznar está ofreciendo 2.000 pesetas para cada una de las pensiones mínimas, mientras los cien directivos de Telefónica pueden ganar cada uno 450 millones en febrero próximo. Ante un auditorio de unas 8.500 personas, Aznar garantizó «claramente» que «no habrá diferencia entre los pensionistas españoles según el territorio en que vivan», así como que nadie podrá, «irresponsablemente, poner en peligro ni los equilibrios ni la solidaridad ni la igualdad del sistema».

El máximo dirigente del PP contrastó, a lo largo de toda su intervención su gestión con la que hizo el PSOE al frente del Gobierno de la Nación en materia de pensiones. A modo de síntesis, dijo que en estos últimos cuatro años «se acabó el dilapidar el dinero, el fraude y la quiebra», porque «donde hace cuatro años había quiebra, hoy hay superávit, mientras que donde hace cuatro años había desocupación, hoy ocupación».

Aznar salió en defensa de la campaña del PP y recordó la forma de afrontar las generales de 1996 por el PSOE. «Me iban transformando en un doberman y, como una fiera, iba a morder por todas las partes y, especialmente, a los pensionistas, brazos, piernas, todo» y era «eso que algunos llaman el respeto a la verdad y a la no manipulación».