Baltasar Garzón (izquierda) participó en Milán en un convenio sobre «Respuestas al desafío de la corrupción».

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El auto del juez Baltasar Garzón sobre la posibilidad de imputar en un sumario de los GAL a Felipe González siguió ayer siendo motivo de polémica entre socialistas y populares. El propio magistrado de la Audiencia Nacional afirmó que «decir que un magistrado hace política es el típico comportamiento de quien quiere deslegitimar las investigaciones para lograr la impunidad». Con estas palabras aludía indirectamente a las acusaciones de que ha sido objeto por parte del PSOE.

Garzón agregó que acusar a los magistrados de hacer política «es instrumental, ya que la obligación de un magistrado es investigar y sancionar comportamientos ilegales». El magistrado denunció durante su intervención en un acto celebrado ayer en Milán que en los últimos tiempos se ha «bajado la guardia» respecto a la lucha contra la corrupción y criticó el comportamiento hipócrita de los gobiernos, que por un lado juran y juran que quieren combatir la corrupción pública y privada y por otro no hace nada contra los países que aceptan como «paraísos fiscales».

El ministro de Educación y Cultura, Mariano Rajoy, calificó de «auténtica inmoralidad» las declaraciones de Felipe González en las que insinuaba que el PP está detrás de la decisión del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón de pedir al Supremo que reconsidere su decisión de no imputar al ex presidente del Gobierno en relación con los GAL. Precisamente, el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, anunció ayer que recurrirá el auto del magistrado, al considerar que no ofrece los datos suficientes para atribuir al ex presidente «los hechos que se hubiesen cometido en España en aquella fecha».

El titular de Cultura y Educación aseguró que las afirmaciones de González son impropias de «personas que deberían comportarse con un mínimo de decencia», a la vez que instó a los socialistas a que «si tienen problemas» que los resuelvan como quieran pero «déjennos a los demás tranquilos». También el vicepresidente segundo del Gobierno, Rodrigo Rato, consideró «gravísimo» que el PSOE denuncie una supuesta politización de la Justicia en España ya que, en su opinión, durante su etapa al frente del Ejecutivo «se pusieron en grave peligro y deterioro instituciones españolas básicas».