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El partido dirigido por Xavier Arzalluz considera que «no se puede construir nada serio mientras se siga matando» y añade que, en todo caso, «el PNV nunca irá con quien mata, aunque esto cause regocijo a quienes lo que más temen es la unidad de acción de las fuerzas nacionalistas».

«ETA tendrá su punto de vista. El nuestro es que o se destierra toda la violencia y construimos juntos nuestra nación vasca, o cada uno de nosotros llevaremos nuestro camino como antes, cuanto también a nosotros nos mataba».

A su juicio, existe una «especie de competencia» para arrastrar al PNV a unas u otras posiciones, «ambas extremas». De esta forma recuerda que mientras desde la izquierda abertzale se dice que sólo apoyará al lehendakari, Ibarretxe, si «relanza» el proceso de construcción nacional, el PP señala que «está dispuesto a sostener a Ibarretxe si el PNV pone fin al pacto de Lizarra».

En este contexto, señala que no caerá en «la trampa» que le tienden ambas partes ya que cambiar de estrategia «nos reduciría a una servidumbre política». Asegura que no acepta «el dilema del Estatuto o la soberanía que le plantean». «Un pueblo es siempre soberano, otra cosa es que se vea impedido en su ejercicio, como lo está entre otros muchos, nuestro pueblo. Y nuestro Estatuto es un ejercicio parcial de soberanía, con vocación de plenitud», afirma.

El PNV cree, que aunque falta «un largo camino por recorrer» este es «el proyecto más ilusionante que los vascos, como pueblo, hemos tenido desde que sabemos de nuestra historia». El partido dirigido por Xavier Arzalluz afirma que siempre «juega a largo» y anuncia que no cambiará de política «de la noche a la mañana, ni apagará la vela, mientras humea la esperanza», sino que modificará su estrategia «cuando compruebe que un determinado planteamiento ha fracaso y no antes». Además, apunta que todo lo que en la actualidad está haciendo «acertado o no», es para conseguir la paz, «aún so pena de nuestro prestigio o de nuestros votos». Por ello, indica a los «pusilánimes, que asustados por la carga mediática diaria, desean que cambiemos de política y volvamos al esquema anterior, deben considerar si son realmente nacionalistas».