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AGENCIAS MADRID El presidente del Gobierno, José María Aznar, no ha encontrado apoyo en los partidos políticos a sus duras críticas contra los nacionalistas vascos, y más en concreto con el partido que preside Xabier Arzalluz.

El presidente de la Comisión Política del PSOE, Manuel Chaves, dijo ayer que a los socialistas les «gustan declaraciones que lo único que hacen es alimentar la confrontación entre PP y PNV», algo que, a su juicio, no es bueno para «encontrar una solución para el País Vasco». El presidente andaluz expresó la voluntad de los socialistas de «recomponer la unidad de todos los demócratas» en el País Vasco, pero consideró «importante» que para ello, el PNV se desvincule del Pacto de Lizarra, «rompa con EH y HB sus acuerdos en las instituciones en las que existan», y acepte «como reglas del juego la Constitución y el Estatuto de Autonomía».

Matilde Fernández, candidata a la Secretaría General del PSOE, acusó ayer a Aznar de hablar sobre el «problema del País Vasco y del PNV no como presidente de los españoles sino del PP». El portavoz de IU en el Congreso, Francisco Frutos, calificó de «disparate» que se exija la dimisión de Arzalluz para alcanzar la paz. Indicó que esa estrategia es «una mala política cuando se está abriendo una polémica fuerte en el PNV para romper lazos con EH» y añadió que esta exigencia supone «no saber nada de política y de lo que representa una ETA que está actuando desde hace más de 30 años».