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El déficit público se situará en el 0'4 por ciento del PIB este año, cuatro décimas menos de lo inicialmente previsto, anunció ayer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ante la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso de los Diputados. El titular de Hacienda indicó que la estricta ejecución del presupuesto, la renuncia a ampliaciones de crédito y la positiva evolución de las cuentas públicas permiten rebajar, para el conjunto de las Administraciones Públicas, el déficit a la mitad de lo previsto (0'8 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).

Consideró que con la reducción del déficit se da paso a la consecución del déficit cero en el año 2001. El déficit cero, agregó, será la principal contribución de la política presupuestaria a la estabilidad económica con el fin de alcanzar la convergencia real con Europa. Para reducir el gasto se adaptarán las Administraciones a las nuevas posibilidades técnicas; se aumentará la racionalidad en los suministros con un Servicio Central que abarate las adquisiciones; se potenciará el Programa de Compras públicas en los sectores liberalizados; y se estudiará la racionalidad del patrimonio inmobiliario del Estado. El equilibrio presupuestario posibilita el control de la inflación, limitar el gasto público, reducir la deuda pública y mejorar la protección social, indicó.

Montoro cifró en cinco los objetivos del Ministerio de Hacienda para la actual legislatura: equilibrio presupuestario en 2001; disciplina del gasto; reforma y rebaja de impuestos; un modelo estable de financiación autonómica y local, para el que propuso un gran pacto de fuerzas políticas; y continuar el saneamiento de las empresas públicas. La primera bajada de impuestos, aseguró, se hará en fechas próximas tras la aprobación de un conjunto de medidas económicas, posiblemente en junio, que incluyen incentivos fiscales al ahorro familiar, en especial la previsión de las amas de casa, y ayudas a las pymes en sus inversiones en investigación, renovación tecnológica e internacionalización.