El Gobierno, por boca de varios de sus miembros, replicó ayer al
presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, que las competencias
sobre los cupos de inmigrantes son suyas, una idea que comparte el
presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, ya que así se
preserva «la unidad del mercado laboral».
Además, el presidente del Gobierno, de visita en Barcelona,
señaló ante un grupo de empresarios que España debe abordar unas
correctas políticas de inmigración para que este fenómeno no se
convierta en un problema y que no hay que ver a este colectivo sólo
desde el punto de vista de mano de obra. El delegado del Gobierno
para la Extranjería y la Inmigración, Enrique Fernández Miranda,
afirmó en respuesta a Pujol, quien el domingo reclamó que sean las
autonomías las que fijen los cupos, que esa es competencia del
Estado aunque consideró «deseable» que las comunidades conozcan las
posibilidades de empleo de su región.
«Estaremos encantados de que nos hagan propuestas en relación al
número, perfil profesional y lugar donde van a desarrollar su
trabajo», preciso, y añadió que el objetivo último es firmar
contratos en el país de origen. El vicepresidente segundo del
Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, destacó que «es
imprescindible la colaboración entre administraciones territoriales
en materia de inmigración», aunque subrayó que no está seguro de
que «crear compartimentos sea la mejor solución».
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