ETA intentó atentar ayer por la mañana contra el único concejal del
PP en el Ayuntamiento vizcaíno de Abadiño, Agustín Ramos Vallejo,
con la colocación de una bomba-lapa en los bajos del turismo del
edil en el municipio de Durango, donde reside.
Hacia las ocho menos cuarto de la mañana, el escolta del
concejal, que pertenece a una empresa de seguridad privada, se
dirigió a la calle Juan Antonio Abasolo de Durango, donde se
encuentra ubicada la vivienda el edil popular. El guardaespaldas,
como tiene por costumbre todos los días, observó primero el entorno
y después inspeccionó el turismo del concejal, un Seat Ibiza
matriculado en Bilbao. En la tarea, vio que en los bajos del
turismo había un paquete sospechoso, por lo que, al ver pasar una
patrulla de la Ertzaintza, avisó a los agentes y les comunicó el
hallazgo. Los agentes avisaron de inmediato a la Unidad de
Desactivación de Explosivos (UEDE) de la Policía vasca. Al mismo
tiempo, el escolta llamó por teléfono al concejal para comunicarle
el hecho.
Tras ser acordonado el lugar y desalojarse dos bloques de
viviendas, la Unidad de Desactivación provocó una explosión
controlada, por lo que el vehículo quedó totalmente destrozado. A
las doce del mediodía, los restos del coche habían sido retirados,
al igual que un Renault Clio de un vecino de la zona, que quedó muy
dañado por la deflagración. La onda expansiva afectó, además, a los
cristales de las viviendas y comercios colindantes, así como a
partes del mobiliario urbano de la calle Juan Antonio Abasolo.
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