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OTR/PRESS - VIZCAYA La sesión plenaria extraordinaria del Ayuntamiento de Markina aprobó ayer la instalación de la capilla ardiente del etarra Patxi Rementería en el Consistorio de la localidad, de la que era vecino el terrorista fallecido, con los votos a favor de PNV, EH y EA, que también aprobaron la ausencia de presencia policial en los actos de homenaje.

De la misma manera, estos ediles dieron el visto bueno a un texto en el que se aboga por el fin de la violencia y se muestra la condolencia por la muerte de los cuatro etarras en Bilbao el pasado día 7. Sin embargo, los ediles de PNV y EA se negaron a que Rementería fuera nombrado hijo predilecto del municipio, ya que, «por su trayectoria», no lo merece, y a que el Ayuntamiento sufragase los gastos del homenaje. La Alcaldía de la localidad está en manos del peneuvista Angel Kareaga, apoyado por otros cinco ediles de su partido, cuatro de EH, y uno sólo de EA. Todos ellos votaron a favor de estas mociones, salvo el nombramiento de hijo predilecto y el pago de los gastos del homenaje, que sólo contó con el apoyo de los concejales de EH.

Sin embargo, la Ejecutiva vizcaína del PNV se desmarcó totalmente de la decisión adoptada por sus ediles. Aunque denunció las presiones y amenazas que han sufrido tanto el alcalde como los ediles peneuvistas. La dirección vizcaína del partido justificó la decisión de sus ediles argumentando que «han podido obrar en el convencimiento de que tal decisión podría ayudar a sosegar el clima que vive el municipio», aunque el comunicado advierte que «ni asume ni comparte» la misma. Sin embargo, la dirección de Vizcaya asegura que sus cargos y los de otros partidos «están y estamos sometidos a presiones, chantajes y amenazas, sin que sus decisiones se vean condicionadas por ello», por lo que no puede compartir la postura de sus ediles.