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EFE - ESTRASBURGO El Parlamento Europeo ofreció ayer un homenaje a las últimas siete víctimas mortales de ETA, que quedó empañado por una intervención del diputado de Euskal Herritarrok, Koldo Gorostiaga.

La presidenta del Parlamento Europeo, la centrista francesa Nicole Fontaine, nada más declarar abierto el período de sesiones tras la pausa estival, condenó los asesinatos cometidos por ETA desde que la asamblea suspendió sus sesiones el pasado 7 de julio. El hemiciclo puesto en pie guardó un minuto de silencio después de que Fontaine declarara que «todo el Parlamento Europeo de forma unánime, al margen de nuestras diferencias políticas, honra la memoria de las víctimas afirmando fuerte y claro que el terrorismo constituye la negación misma de la democracia».

Sin embargo, el eurodiputado de EH Koldo Gorostiaga, intervino en inglés para desmarcarse de la unanimidad de la Cámara a la condena al afirmar que «desafortunadamente» no podía estar de acuerdo con esas palabras de la presidenta. «No hay más verdad que toda la verdad», afirmó Gorostiaga, quién dijo que si bien su partido «lamenta» la pérdida de vidas humanas, éstas son producto del sentimiento de rechazo del pueblo vasco contra «la estrategia del Gobierno español de «poner una chaqueta de fuerza» al País Vasco.

En el lapso de tiempo transcurrido desde la última sesión del PE, los atentados de ETA han costado la vida a los concejales del PP de Málaga y Zumárraga, José María Martín Carpena y Manuel Indiano; al ex gobernador civil de Guipúzcoa José María Jáuregui; al presidente de la patronal guipuzcoana, José María Korta; al subteniente del Ejército Francisco Casanova, y a los guardias civiles Irene Fernández y José Àngel de Jesús Encinas.