El president de la Generalitat, Jordi Pujol, apeló ayer al espíritu
patriótico para conseguir que Catalunya se convierta en un
«referente positivo más allá de nuestras fronteras» y «aspirar a
ser un país puntero dentro del reto de la globalización». En su
discurso institucional con motivo de la Diada Nacional de
Catalunya, Pujol apeló a la autoestima de los catalanes para hacer
de Catalunya un país puntero y con identidad colectiva que afronte
el reto de la unificación cultural que conlleva la globalización,
porque «si no somos catalanes, no seremos nada, ni podremos aportar
nada al mundo».
Pujol subrayó que «la defensa de Catalunya como país ha de ser
nuestra prioridad, junto con la cohesión social, la convivencia, la
promoción de la persona, el respeto cívico, la ambición de progreso
y la capacidad de apertura al mundo».
El mensaje pretendió destacar especialmente las posibilidades de
Catalunya y el «buen momento» que atraviesa, «que hemos de vivir
con gozo y esperanza», pero Pujol recordó también que la
«insuficiencia» política y financiera del autogobierno catalán «nos
obliga, aún doliéndonos, a seguir reivindicando un reconocimiento
más franco y efectivo de Catalunya».
«¿Podemos plantearnos un horizonte ambicioso?», se preguntó
Pujol en su discurso, y su respuesta fue que Catalunya sí que puede
ser un país puntero y un referente positivo más allá de las
fronteras «si hay autoestima, espíritu patriótico y nos atrevemos a
ser un referente positivo más allá de nuestras fronteras».
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