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EFE - MADRID/BARCELONA El presidente del Gobierno, José María Aznar, expresó ayer su apoyo a los ciudadanos vascos que plantan cara a los violentos en defensa de la democracia y pidió que no se tenga «ninguna duda» de que la lucha contra el terrorismo «se gana, y se gana bien, y no se ganará muy tarde».

Aznar hizo esta consideración en Barcelona, en el discurso de clausura del IX Congreso del PP de Catalunya, comunidad que puso como ejemplo de posiciones a favor de la independencia, pero que utiliza los mecanismos democráticos para plantear sus peticiones.

El jefe del Ejecutivo subrayó que su exigencia a los nacionalistas vascos no nace de que su aspiración sea lograr un orden distinto al que diseña la Constitución, porque eso es absolutamente defendible.

Por ello, puntualizó que el rechazo a la actitud de los actuales dirigentes del nacionalismo vasco es que intenten cambiar ese orden constitucional al margen de la ley, sin contar con el voto de los españoles y saltándose las reglas de la Constitución.

Añadió que esa política debe dejar de apoyarse en la presión que ejerce el chantaje de los terroristas y dijo que es inadmisible que se quiera forzar la independencia diciendo, después de firmar un pacto como el de Estella, que, «si no se consigue, los otros firmantes del Pacto, van a conseguir las cosas asesinando».

El jefe del Ejecutivo insistió en que en ninguna democracia puede plantearse algo bajo la amenaza de las pistolas y señaló que no hay mas conflicto en el País Vasco que la amenaza terrorista contra quienes no se pliegan a sus posiciones.