La Plaza de Cort volvió a ser ayer el lugar en el que la
representación política de Balears y cerca de un centenar de
ciudadanos se concentró a mediodía para expresar su rechazo por el
asesinato del concejal del PP en Sant Adrià de Besós José Luis Ruiz
Casado y pedir el fin del terrorismo de ETA.
Encabezados por el alcalde de Palma, Joan Fageda, el presidente
del Parlament, Maximiliá Morales, y el vicepresidente del Govern,
Pere Sampol, quien excusó la ausencia del presidente del Govern por
una indisposición, los manifestantes permanecieron silenciosos
durante cinco minutos y concluyeron el acto con un prolongado
aplauso.
El alcalde manifestó su solidaridad a la familia de la víctima
y, visiblemente consternado, reconoció que «esta reacción criminal
de ETA» no será la última y «los zarpazos de la bestia negra de ETA
aún harán más daño». «Esperemos que el Partido Nacionalista Vasco
se dé cuenta de una vez por todas, se puedan convocar unas
elecciones y el pueblo vasco dé ya una respuesta total y absoluta»,
indicó el primer edil, que anunció su presencia en la manifestación
convocada para mañana en San Sebastián por la plataforma ¡Basta
ya!.
El presidente del Parlament subrayó la reiteración con la que
los políticos se ven obligados a pronunciarse «ante la muerte de
una persona inocente», hechos provocados «por una lucha que los
demócratas ganaremos». «Todos los demócratas tenemos que luchar por
abrir unas vías de diálogo porque la única solución es hablar»,
dijo. El presidente de la Cámara autonómica destacó la necesidad de
buscar la unidad política para exigir a ETA que abandone las armas,
«porque está alterando la convivencia democrática».
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