Los secretarios generales de CC OO y UGT, José María Fidalgo y
Cándido Méndez, acusaron ayer al Gobierno de pretender «arruinar el
modelo de negociación colectiva» con su previsión de inflación para
2001 (2 por ciento), que calificaron de «increible». Los dos
líderes sindicales creen que el Ejecutivo intenta que la lucha
contra la escalada de precios recaiga sobre los salarios de los
trabajores, también en la Función pública, donde anunciaron que
acudirán a las movilizaciones junto con los sindicatos de
funcionarios.
Méndez y Fidalgo descalificaron la previsión de IPC del
Ejecutivo, que, en opinión de Méndez, el Gobierno ha calculado
«erróneamente» de forma «deliberada» para intentar «ocultar sus
propias carencias y hacer recaer la lucha contra la inflación sobre
los salarios de los trabajadores».
Según Fidalgo, el Gobierno podría encontrarse este año con una
desviación de punto y medio de sus previsiones iniciales de
inflación (también el 2 por ciento), con un IPC a fines de 2000 del
3'5 por ciento, e instó al Ejecutivo a «ser más realista». El
secretario general de CC OO aseguró que las centrales utilizarán
«una cifra más creíble» como referencia en el proceso de
negociación colectiva del próximo año, tal y como comunicaron al
Gobierno en la pasada reunión de la Mesa de la Función Pública.
Aunque no la precisaron, dijeron que muchos organismos
internacionales barajan previsiones más creíbles.
Méndez afirmó que esta previsión, que tachó de «instrumento de
manipulación política para recortar los salarios, caerá sobre las
espaldas de los perceptores del salario mínimo interprofesional» y
sobre los empleados públicos «a los que el Gobierno vuelve a
regatear su derecho a la negociación colectiva».
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