La viuda y los cuatro hijos de Portero, en un momento del funeral.

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Varios miles de granadinos acudieron a la manifestación convocada por el Ayuntamiento de la localidad para condenar el último asesinato de ETA. En la misma, los granadinos expresaron dos deseos: paz y libertad.

A las 20.00 horas, los grupos pacifistas celebraron manifestaciones en las tres capitales vascas. A la misma hora, el Movimiento contra la Intolerancia convocó también, aunque de forma independiente, concentraciones en Madrid, Zaragoza, Valencia, Valladolid, Jerez, Badajoz y Barcelona. En la manifestación de Madrid, celebrada en la Puerta del Sol, se congregaron varios cientos de personas.

Por la mañana, al mediodía, los magistrados y funcionarios del Consejo del Poder Judicial y del Supremo guardaron cinco minutos de silencio junto a su sede. En las instituciones del País Vasco, por iniciativa del lehendakari, Juan José Ibarretxe, también se produjeron las mismas condenas silenciosas. El propio Ibarretxe encabezó la concentración frente al Parlamento vasco.

De la misma forma, la Federación Española de Municipios y Provincias convocó las habituales concentraciones silenciosas frente a las instituciones. Este acto también se repitió frente al Congreso de los Diputados y el Senado, y en los Tribunales Superiores de Justicia, Audiencias Provinciales y Fiscalías de toda España.

Sin embargo, y a pesar de todas las muestras de dolor y condena que se reprodujeron por toda la geografía española, el acto más importante fue la manifestación que se celebró en Granada.