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El Pleno del Congreso rechazó ayer las nueve enmiendas a la totalidad presentadas por la oposición al Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2001. CiU y Coalición Canaria (CC) se sumaron al PP, que cuenta con mayoría absoluta en la Cámara Baja, y votaron en contra de las propuestas presentadas por el PSOE, IU, PNV y las seis formaciones que integran el Grupo Mixto para devolver las cuentas públicas al Gobierno.

La Cámara Baja rechazó también las siete enmiendas a la totalidad presentadas por la oposición para devolver al Ejecutivo la Ley de Acompañamiento, que contempla el traspaso de Radiotelevisión Española (RTVE) a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). El presidente del Gobierno, José María Aznar, manifestó al concluir la votación que los Presupuestos del 2001 «marcan un hito en la historia económica española», permitirán afrontar crisis con margen suficiente y propiciarán un crecimiento sostenido de la economía, una mayor creación de empleo y una nueva bajada de los impuestos.

El responsable de Presupuestos del PSOE, Francisco Fernández Marugán, declaró a los periodistas poco después que las cuentas presentadas por el Ejecutivo no servirán para prolongar el ciclo de bonanza económica, sino para «ahogarla».

Los presupuestos del 2001 prevén que la economía crezca un 3'6 por ciento, cuatro décimas menos de lo previsto para este año, que se creen 383.000 puestos de trabajo y que el ejercicio concluya con una inflación del 2 por ciento, en línea con el objetivo marcado por el Banco Central Europeo (BCE). El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, anunció durante el debate presupuestario que el déficit público se rebajará a finales del presente año hasta el 0'3 del Producto Interior Bruto (PIB), cinco décimas menos que lo calculado inicialmente, y avanzó que a principios del 2001 el Gobierno trabajará en una nueva reforma del IRPF.