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Alrededor de 400 personas se concentraron ayer al mediodía frente a Cort para guardar cinco minutos de silencio en repulsa por el último atentado cometido por ETA, el pasado lunes en Madrid, en el que murieron tres personas. Al acto asistieron, entre otras personalidades, el presidente del Govern, Francesc Antich; la presidenta del Consell, Maria Antònia Munar; el alcalde de Palma, Joan Fageda, junto al resto de componentes de la corporación local; el obispo de Mallorca, Teodor Úbeda; el coordinador del PP en Balears, Josep Joan Cardona; el eurodiputado popular Carlos Ripoll; y el senador Manuel Cámara.

«Uno ya no tiene palabras para expresar la indignación ante estos asesinos de ETA» señaló Antich y pidió una vez más la unidad de todos los demócratas para hacer frente al terrorismo «por encima de discusiones, ideologías y territorios».

Por su parte, Munar abogó por adoptar medidas cuanto antes, y reconoció que «realmente es muy difícil para un estado de derecho parar a la gente cuya arma es precisamente la violencia». «Ya no es una cuestión política, es una cuestión de que esa gente ya no sabe dejar de matar, y el único trabajo que tienen y su obsesión es matar», señaló Cardona.

Se guardaron asimismo minutos de silencio en la Delegación del Gobierno, en el Parlament, en los juzgados de Vía Alemania, en diferentes organismos públicos, en las diferentes centrales sindicales y en la Universitat de les Illes Balears (UIB). La delegada del Gobierno, Catalina Cirer, encabezó el acto en la sede de la delegación. Los diputados del Parlament guardaron un minuto de silencio antes del inicio del pleno de ayer y en la UIB se guardó también un minuto de silencio en las distintas facultades, encabezado por el propio rector de la UIB Llorenç Huguet.