Unas 250.000 personas se manifiestaron ayer en Madrid en protesta por el último atentado de ETA.

TW
0

Dos cordones de seguridad, formados por miembros de las instituciones, sindicatos y asociaciones convocantes, encabezaban la manifestación con el lema «Por la libertad, Contra el terrorismo. ETA No». Tras ellos, se situaban los lideres políticos y sindicales que portaban la pancarta con el lema de la manifestación.

En el centro se situaba el presidente del Gobierno, José María Aznar, y los ex presidentes del Ejecutivo Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo Sotelo. A su lado estaban el presidente de la comunidad madrileña, Alberto Ruiz-Gallardón; el de la andaluza, Manuel Chaves; el secretario general del PP, Javier Arenas; el coordinador de IU, Gaspar Llamazares; el portavoz del grupo parlamentario del PSOE, Jesús Caldera; y el portavoz adjunto de CiU, Manuel Silva. No asistió ningún representante del PNV.

El escritor portugués José Saramago, explicó que acudía a la manifestación para sumarse al «dolor, a la rabia y a la indignación de los españoles». Detrás de la cabeza de la manifestación, miles de personas portaban pancartas y carteles en los que podía leerse «ETA NO», «Referéndum por la pena de muerte», «Ni ETA ni cómplices, ni allí, ni aquí», además de corear en ocasiones el lema «el pueblo unido jamás será vencido», gritos de «asesinos» o a favor de la paz.

Al término del recorrido, el secretario general de la Asociación Víctimas del Terrorismo, Luis Delgado, leyó en la Puerta del Sol el comunicado final, tras lo que se oyó un cerrado aplauso y gritos como «Cadena Perpetua» y «Son unos cobardes». Quienes suscriben pactos con los terroristas, dijo Delgado, «están defraudando definitivamente las aspiraciones de un pueblo que se merece vivir en libertad y democracia».