Las Cortes guardaron un minuto de silencio en memoria de Ernest Lluch, asesinado por ETA.

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El Monarca, al iniciar su intervención en la solemne sesión que conmemora en las Cortes los 25 años de reinado "y que se inició con un minuto de silencio", se refirió al asesinato de Ernest Lluch, y recordó su pasado como ministro, y afirmó que fue siempre «un servidor leal del Estado de Derecho». Aseguró que la violencia terrorista «no conseguirá hacernos renunciar a la libertad, a la democracia, al Estado de Derecho que Ernest Lluch defendió con inteligencia y tesón», y aseguró que su muerte «nos compromete a estar más unidos que nunca, para juntos poner fin al terrorismo».

«Faltan y a la vez sobran palabras para condenar este crimen repugnante», dijo el Rey, quien quiso aprovechar la «tribuna del pueblo» para denunciar y «repudiar» la última acción de ETA. Manifestó que el «sacrificio» de Lluch «nos compromete a estar más unidos que nunca, para todos juntos poner fin al terrorismo». Destacó que el terrorismo, «expresión de un fanatismo cruel e irracional», pretende «romper» el modelo de convivencia, quebrar la continuidad del modelo constitucional y estatutario y «romper» también la unidad de las fuerzas democráticas «y la voluntad integradora de la sociedad».

Aseguró que los terroristas pretenden además «poner a prueba nuestras convicciones y socavar la salud moral de nuestra sociedad», pero señaló que la respuesta a este fenómeno «inhumano y destructor» requiere confianza en el Estado de Derecho. Requiere además, precisó el Rey, de la unidad de los partidos, la movilización y la cohesión de la sociedad, la aplicación de la Ley «y la vigencia de una jerarquía de valores éticos y democráticos que no permita en modo alguno justificación del asesinato, la destrucción o el chantaje».