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EFE - SAN SEBASTIÀN El ex ministro socialista asesinado por ETA Ernest Lluch recibió ayer el homenaje de San Sebastián, una de las ciudades a las que se sintió más vinculado durante su vida, y que le expresó su reconocimiento mediante un concierto del Orfeón Donostiarra y la Orquesta Sinfónica de Euskadi, coincidiendo con la detención de sus asesinos en Barcelona.

Las entradas para este evento, organizado por el Ayuntamiento de la capital donostiarra, la Diputación de Guipúzcoa y el Gobierno Vasco, se agotaron el primer día de su puesta a la venta, por lo que fue preciso habilitar una sala auxiliar del Centro Kursaal para ampliar el aforo del auditorio principal y que numerosas personas siguieran el acto por medio de una pantalla gigante.

Al concierto acudieron numerosos representantes institucionales y de partidos políticos vascos y catalanes, con la excepción del PP, que expresó su disconformidad con este acto por considerarlo un «agravio comparativo» con otras víctimas del terrorismo. Varios familiares del político asesinado como sus hijas Eulali y Mireia, así como algunos de sus primos también estuvieron presentes en el homenaje.

El homenaje se celebró en un auditorio abarrotado en el que se proyectó una frase de Lluch: «La música es un camino que cuando lo tomas no tiene marcha atrás». Ibarretxe destacó antes del concierto que «la inmensa mayoría de la sociedad vasca quiere dejar claro que se ha quedado con sus ideas y no con las que quienes le asesinaron».