El lehendakari, Juan José Ibarretxe, convocó ayer a una
manifestación que se celebrará el 10 de marzo en Bilbao bajo el
lema «sí a la vida, sí al diálogo» y que exigirá el fin definitivo
de ETA, apostando por el diálogo. Ante la iniciativa, tanto PP como
PSOE han acusado al líder del Gobierno vasco de utilizar su
posición para autopromoverse y convocar actos de precampaña con
fondos públicos.
Ibarretxe aseguró que la movilización no tiene ninguna relación
con la proximidad de la cita electoral y destacó que su triple
compromiso «es estructural» y va más allá de las elecciones. Para
el lehendakari, el camino de la paz que debe recorrer la sociedad
ha de realizarse «antes y después» de la fecha electoral. Ibarretxe
recordó que PP y PSOE «dicen no al diálogo», aunque aseguró que la
movilización no tiene como fin poner de manifiesto su intención de
dialogar en contra de lo que defiende la oposción, sino que
responde al «tremendo eco social» que pide a ETA que deje de
matar.
El presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, aseguró que la
convocatoria de Ibarretxe es «lamentable y una verdadera
manipulación», ya que, según dijo, el lehendakari usa su cargo
institucional para convocar una manifestación que el PNV va a
utilizar como parte de su precampaña.
En la misma línea, el secretario general del PSE-EE, Nicolás
Redondo Terreros, aseguró que los socialistas vascos no asistirán a
la manifestación porque el diálogo que propone Ibarretxe «es con
ETA para imponer objetivos nacionalistas al conjunto de la sociedad
vasca». Además, subrayó que su partido no quiere ser «comparsa del
nuevo acto de campaña que se ha organizado Ibarretxe, utilizando
instituciones y fondos públicos para su propia autopromoción
personal y de su partido».
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