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El coordinador de proyectos de la subdirección general de Instalaciones Nucleares del CSN, Javier Zarzuela, explicó ayer que el derrame de agua radiactiva ocurrido en Garoña (Burgos) «se produjo dentro de la central y no tuvo ningún contacto con el medio ambiente», dijo.

Unos 6.000 litros de agua del circuito primario, que refrigera el núcleo del reactor, desbordaron un tanque en la central nuclear de Santa María de Garoña, al parecer «por un fallo de una válvula, que será revisada y en su caso sustituida», dijo Zarzuela, del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

La instalación, ubicada en el burgalés Valle de Tobalina, estaba parada, «en fase de recarga y mantenimiento» desde el pasado día 4 de marzo, y las actividades han continuado desarrollándose con normalidad, tras el derrame del pasado domingo día 11 de marzo.

Zarzuela explicó que el agua derramada se evacuó a través de los sumideros de la planta y «fue trasladada al sistema de tratamientos de residuos» para seguir un proceso de tratamiento.