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El ministro del Interior, Mariano Rajoy, dijo ayer que los dos coches"bomba colocados ayer en Roses (Girona) y en Gandía (Valencia) fueron transportados por etarras «llegados especialmente desde Francia» y que regresaron inmediatamente al país vecino, según las primeras hipótesis de trabajo de los equipos de investigación. Rajoy se trasladó ayer a Barcelona para visitar la capilla ardiente de Santos Santamaría, el mosso d'esquadra asesinado el sábado por ETA al hacer explosión un coche bomba en Roses, y trasladó el pésame del Gobierno al padre y al hermano del policía autonómico catalán.

El titular de Interior aseguró que los etarras residen en Francia y se trasladaron a España únicamente para la colocación de los coches bomba y descartó la presencia de un comando estable en Catalunya o en la costa levantina. Fuentes policiales señalaron que se trataría de al menos tres etarras que vinieron a España en tres vehículos, dos de ellos los coches bomba que dejaron en Roses y Gandía y un tercero, de seguridad, con el que regresaron a Francia.

Rajoy dijo que carecía aún de datos para saber si se trababa de uno o de dos grupos de etarras los que colocaron los coches bomba, aunque las citadas fuentes añadieron que a medida que avanza la investigación todo parecer indicar que se trataría de un único comando. El ministro destacó la facilidad con la que ETA ha actuado, ya que pasó la frontera y actuó en puntos que distan de Francia 20 minutos, en el caso de Roses y 3 ó 4 horas, en el de Gandía.

Indicó que «no puedo asegurar al cien por cien» que los explosivos de los coches de Roses y Gandía procedan del robo cometido por ETA a principios de marzo en una polvorín de Grenoble (Francia), aunque todo apunta a que es así.