El PNV perfiló ayer su candidatura para las elecciones autonómicas
del 13 de mayo. La formación nacionalista aspira a conseguir un
récord electoral, con 500.000 votos, lo que supondría obtener 30
escaños, según explicó su portavoz, Joseba Egibar. Estas cifras
podrían convertirse en realidad a pesar de lo que ahora dicen las
encuestas.
Egibar presentó las listas de la coalición PNV-EA, «algo más que
un programa electoral y algo más que una yuxtaposición de siglas».
El lehendakari, Juan José Ibarretxe, será el cabeza de lista por
Àlava, el presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, hará
lo propio en Guipúzcoa y el propio portavoz peneuvista será el
número uno en Guipúzcoa.
Con estos líderes, el PNV pretende batir un récord electoral,
logrando 500.000 votos, lo que supondría 30 representantes en el
Parlamento vasco, nueve más de los que tiene en la actualidad (tres
más si contamos los parlamentarios de EA). Egibar explicó que el
acuerdo entre las dos formaciones nacionalistas «puede tener no un
efecto suma sino un efecto multiplicador», por lo que se puede
descartar que el nacionalismo democrático logre «un techo electoral
de récord, como nunca ha alcanzado en los últimos veinte años de
citas electorales».
El portavoz nacionalista aseguró que el acuerdo entre PNV y EA
es un ejercicio de responsabilidad que demandaba la sociedad vasca
que además, dijo, ha sido muy aceptado por los ciudadanos. Por su
parte, el secretario de organización de Eusko Alkartasuna, Rafael
Larreina, respondió a las peticiones de PP y PSE a los
nacionalistas para que apuesten por la Constitución y el Estatuto
que EA «ni renuncia ni renunciará a su ideario en favor del derecho
de autodeterminación, para ejercerlo en favor de la
independencia».
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