La decisión del fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, de
investigar el origen y los responsables de la elaboración del
llamado carnet vasco, generó ayer una fuerte polémica. Desde el
Gobierno vasco, Ibarretxe declinó «dar publicidad gratuita a nadie»
y lanzó un mensaje de «tolerancia» y «respeto» a la separación de
poderes. Según el todavía lehendakari, es preciso que «cada cuál
actúe desde su ámbito y su nivel» y que la política esté «llena de
tolerancia de aceptación de las propuestas de unos y otros». «A
partir de ahí, todos tendremos que aceptar los planteamientos de la
justicia», apuntó el candidato por el PNV, quien eludió entrar en
polémicas «absolutamente estériles».
El consejero de Interior del Gobierno Vasco, Javier Balza, a
través de fuentes de su departamento, se limitó a asegurar acerca
de la iniciativa de Cardenal que «se atiene a la legislación
vigente», según la cual, los documentos acreditativos para votar
son el Documento Nacional de Identidad, el pasaporte o el carnet de
conducir.
El PSOE optó por no juzgar directamente la decisión del fiscal
general, pero hizo hincapié a través de su secretario de Libertades
Públicas, Juan Fernando López Aguilar, que el carnet vasco es
«democráticamente inaceptable» por ser unos de las causas que han
contribuido a que exista en el País Vasco «peligro de
nazificación». López Aguilar señaló que este tipo de documento es
«un intento de señalar con el dedo y poner una estrella amarilla en
el pecho a quienes no son unos buenos patriotas para excluirles de
la vida pública, mediante la aplicación de técnicas nazis».
Gorka Knorr, secretario general de Eusko Alkartasuna (EA),
expresó también su rechazo a que se investigue un documento que «no
se impone a nadie» y reprochó al fiscal general del Estado que se
preocupe por «alguien que pueda dedicarse a editar un carnet que no
tiene validez jurídica» en vez de perseguir delitos como «las
dictaduras chilena y argentina contra ciudadanos españoles».
El lehendakari acusa a PP y PSOE de tener como único
proyecto el 'no'
El candidato a la reelección como lehendakari por la coalición
PNV-EA, Juan José Ibarretxe, acusó ayer a populares y socialistas
de no tener ningún proyecto para el País Vasco que «no sea el 'no'
permanente» y el de «intentar romper» todo lo que los nacionalistas
han hecho en los últimos 20 años. En declaraciones a los
periodistas tras su asistencia a la procesión de la localidad
vizcaína de Balmaseda, Ibarretxe dijo que los planteamientos del PP
y el PSE quieren modificar los sistemas de financiación, modificar
la ley de aportaciones o retirar las subvenciones al euskera.
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