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El presidente del Gobierno, José María Aznar, zanjó ayer las críticas generadas por las declaraciones del ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, que comparó en Jerusalén el terrorismo de ETA con el de los palestinos. El jefe del Ejecutivo aclaró que el ministro tan sólo criticó cualquier forma de terorrismo, «en cualquier momento y en cualquier país, se produzca en las circunstancias que se produzca». El portavoz del PSOE en el Congreso, Jesús Caldera, criticó al líder de la diplomacia española y le acusó de «ayudar a ETA» y «darle alas», con declaraciones tan desafortunadas. Por ello, le pidió que «abandone la originalidad» que está imprimiendo a la política exterior española.

Tras las críticas recibidas desde todos y cada uno de los partidos de la oposición, el presidente del Gobierno se ha visto forzado a corregir a su ministro de Asuntos Exteriores. Así, Aznar aclaró que la situación del País Vasco y la de Palestina, «no tienen nada que ver», aunque expresó que no tiene ni la menor duda de que esas declaraciones lo que significan es que España condena cualquier expresión de terrorismo. Para el presidente, eso no significa establecer ningún tipo de paralelismo, ni comparación de carácter histórico o circunstancial, entre ninguna situación. «Nosotros condenamos el terrorismo sin adjetivos, sin paliativos, y no necesitamos establecer ningún tipo de comparación».

Según el jefe del Ejecutivo, es «distinta» la situación del País Vasco de la situación en Irlanda o de la que se puede producir en Palestina. «Otra cosa distinta es que, cuando se produzca un acto terrorista, allí donde se produzca, ese acto terrorista deba ser perseguido y condenado», explicó.

Desde Beirut, la capital de Líbano, donde Piqué realiza la penúltima etapa de su gira por Oriente Próximo, el ministro de Asuntos Exteriores tuvo que rectificar. Así, pidió disculpas, aunque aseguró que sus palabras fueron malinterpretadas, y señaló que no tiene ninguna base realizar comparaciones. En este sentido, explicó que es tan evidente que la situación de Euskadi y la de Palestina no tienen nada que ver «que no creo que haya que insistir en ese punto». «Lo único que puede ser parecido es que los actos terroristas son actos terroristas en cualquier lugar donde se produzcan, pero creo que hemos explicado suficientemente la situación y le hemos dicho al Gobierno de Israel lo que opinamos sobre su política como para que ahora se puedan hacer ese tipo de interpretaciones», declaró el ministro de Asuntos Exteriores.