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La Audiencia Nacional acordó ayer dejar en libertad bajo fianza de dos millones de pesetas al director de la revista «Ardi Beltza», Pepe Rei, que salió de prisión a las ocho y media de la tarde, al estimar que «no resulta nada plausible imaginar» a ETA «permaneciendo a la espera de la próxima entrega de una revista para saber contra quién ha de actuar». En un auto "contra el que no caben recursos" notificado ayer, la sección cuarta de la sala de lo penal de este tribunal añade que «no se ha encontrado una provocación para cometer delito de terrorismo» ni en los diez números de la revista «Ardi Beltza» analizados ni en el vídeo «Periodistas, el negocio de mentir».

A su salida de la cárcel de Alcalá-Meco, Rei acusó al juez Baltasar Garzón, de haberle tenido «secuestrado 150 días, casi como venganza personal». Afirmó además que el juez Garzón «dista mucho del concepto que se tiene de un juez, y ha tenido la desfachatez de poner mi vida personal en su libro publicado».

Calificó los autos dictados por este juez como «autos fantásticos que distan mucho de tener nada que ver con la realidad». Además, afirmó que para Garzón «todos los vascos somos sospechosos».

Instó a la prensa a leer el auto de la Sección Cuarta de la Audiencia Nacional porque «es un canto a la libertad de expresión y al derecho a poder ejercer libremente nuestra profesión sin ningún tipo de criminalización».

En el auto, los magistrados reconocen que «Ardi Beltza» es «beligerante» con sus adversarios ideológicos, pero que «expresarse públicamente desde ese entendimiento o informar de cuestiones sociales, políticas o económicas a la luz de ese entendimiento no es constitutivo de delito».