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El Consejo de Administración de Aerolíneas Argentinas planteará el próximo jueves la suspensión de pagos (concurso preventivo de acreedores, en términos argentinos) de la compañía si antes no se produce un movimiento del Gobierno argentino o de los sindicatos opuestos al Plan Director.

El presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Pedro Ferreras, indicó ayer que la suspensión de pagos figura en el orden del día del próximo Consejo de Aerolíneas Argentinas, lo que significa, en su opinión, «el final de la fase terminal» de la empresa.

Ferreras, que mostró su «sorpresa» por el «optimismo» de la prensa argentina sobre esta cuestión, subrayó que cualquier posibilidad «remota» de salvar la compañía está ahora en manos del Gobierno argentino y de los sindicatos que rechazan el Plan Director, y no de la SEPI. «Hemos hecho todo lo que podíamos», señaló el presidente de la sociedad estatal, accionista mayoritaria de Aerolíneas Argentinas, con un 91 por ciento del capital.

Ferreras explicó que Aerolíneas «no tiene fondos para pagar nada y no puede volar», y reiteró que la SEPI no volverá a aportar recursos hasta que todos los sindicatos suscriban el plan de saneamiento.

El presidente de la SEPI acusó al Gobierno argentino de no haber mostrado «excesiva diligencia» en cumplir los compromisos adquiridos en relación a Aerolíneas y precisó que algunas medidas «aún no se han terminado de acometer».