El secretario de Política Económica y Ocupación del PSOE, Jordi Sevilla.

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El secretario de Política Económica y Ocupación socialista, Jordi Sevilla, explicó ayer que «las dos principales variables que configuran la política económica»: el déficit cero y la previsión de inflación, no son creíbles. Además, los socialistas coinciden con el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, al asegurar que el Gobierno no ha tenido en cuenta la actual crisis internacional causada por los atentados en EE UU. La falta de credibilidad es la principal impresión que han sacado los socialistas tras conocer los PGE. Según Sevilla, las previsiones del Gobierno muestran a un Ejecutivo «paralizado entre los problemas que no sabe resolver y los que no es capaz de afrontar» y demuestran que la crisis económica «nos pilla con los deberes mal hechos».

Criticó la «excesiva obsesión» del Gobierno por el 'déficit cero', algo que no es creíble por los mercados financieros, como tampoco lo es la previsión de inflación. Además, acusó al Gobierno de que las transferencias al INEM sean nulas, lo que supone que los gastos de este organismo, incluidos los salarios de sus funcionarios, se pagan con las cotizaciones de los trabajadores y los empresarios, lo que tildó como un «abuso hasta límites chocantes» y criticó que no se deflacte la tarifa del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y que no se actualice el mínimo familiar y personal, lo que supondrá que «por tercer año consecutivo» los ciudadanos paguen más impuestos.

Las críticas a los Presupuestos han llegado también desde IU. El coordinador general de la coalición, Gaspar Llamazares, aseguró que los PGE «no sirven para encarar la desaceleración económica en curso y menos aún para afrontar una posible recesión económica ante la incertidumbre generada por el ataque terrorista a EE UU. El líder de la coalición criticó la información que ayer dio en la presentación de los Presupuestos el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a la que tildó de «confusa, poco aclaratoria y llena de evasivas», algo que considera fruto del «efecto perturbador del 'caso Gescartera'», que afecta al «imprescindible sosiego» que necesita el ministro para el ejercicio de su cargo.